Latinoamérica, con 28% del espectro sugerido por UIT para 2020

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Sin más espectro para la industria de telecomunicaciones móviles no será posible satisfacer las crecientes necesidades de banda ancha de la sociedad, arriesgando el potencial de progreso en los países en los que cada vez más usuarios y empresas incorporan tecnologías móviles a sus actividades.

Ninguno de los mercados latinoamericanos había adjudicado en 2018 una cantidad de espectro radioeléctrico para servicios móviles superior al 50 por ciento de lo sugerido por la Unión Internacional (UIT)* para el año 2015 y solo en un mercado se había licenciado el equivalente a más del 30 por ciento de la estimación para 2020 del organismo.

5G Americas publicó el reporte “Análisis de las recomendaciones de espectro de la UIT en América Latina 2018”, documento que encontró que en América Latina se tenían adjudicados a septiembre en promedio 363,8 MHz de espectro para servicios de telecomunicaciones móviles por país. Esta cifra equivale a un 28,5 por ciento de lo sugerido por la UIT para 2015 (1.300 MHz) y 18,6 por ciento para 2020 (1.960 MHz en su “escenario alto”).

El reporte indica que el incremento sostenido en la demanda del servicio de datos móviles y una mayor adopción de smartphones hacen necesarias políticas de identificación de espectro para nuevas licitaciones y agendas predecibles de adjudicación. Sin embargo, también es importante que este espectro identificado se encuentre “limpio” o existan programas de despeje de bandas para permitir que este recurso sea utilizado sin interferencias.

El análisis resume la situación regional de la siguiente manera: cinco países licenciaron 400 MHz o más de espectro para servicios móviles; seis más están en el rango de 300-400 MHz y el resto de los países analizados concesionó menos de 300 MHz a la fecha.

La falta de espectro suficiente para servicios móviles no solo limita el crecimiento de la industria de las telecomunicaciones, sino que impacta negativamente a los usuarios y empresas que han adoptado las tecnologías móviles como un medio de acceso a servicios e información sobre Internet.

En la región es común encontrar altas penetraciones de servicios móviles, medida entendida como el total de líneas celulares dividida entre la población total. El reporte de 5G Americas encontró que, a finales de 2017, la penetración en Latinoamérica estaba sobre las 110 líneas por cada 100 habitantes, con mercados en donde se contabilizaban más de 140 líneas por cada 100 habitantes desde el cierre de 2017.

De esta manera, una razón estratégica para asignar más espectro a los servicios de telecomunicaciones móviles radica en el crecimiento de los mercados móviles latinoamericanos. Como referencia, en el año 2000 se tenían a nivel regional alrededor de 60 millones de usuarios, cifra que ya superaba los 690 millones a finales de 2017.

Estas asignaciones de espectro también promueven el lanzamiento de redes celulares más modernas por parte de los operadores móviles, ofreciendo a través de redes de cuarta generación (4G, como LTE y LTE-Avanzado) altas velocidades de descarga que incluso llegan a superar a las medidas sobre redes cableadas.

El reporte encuentra que, así como es necesario adjudicar más espectro, también es importante que se haga de manera armonizada y organizada. El obstáculo principal encontrado por gobiernos latinoamericanos es garantizar que las frecuencias concesionadas estén libres de interferencia, es decir, que no sean utilizadas por otros servicios de comunicaciones.

Esto se refleja, por ejemplo, con bandas como la de 700 MHz, en donde históricamente se ubicaron concesiones de televisión analógica radiodifundida. El “despeje” de esta banda permite emplear esta banda en el desarrollo de redes de banda ancha móvil (LTE) e incluso el surgimiento de redes LTE-Avanzado.

El análisis de 5G Americas revela que las bandas de 700 MHz, AWS, 1,9 GHz y 2,5 GHz se encuentran entre las más importantes en el impulso a las redes 4G. Sin embargo, hay oportunidad de adjudica más espectro en bandas que brindarán capacidad adicional y cuentan con un ecosistema de dispositivos, como la extensión AWS-3 y la banda de 2,3 GHz.

La entrega de nuevo espectro armonizado en la región impulsará no solo el futuro de LTE como la tecnología de banda ancha móvil con más potencial en la región, sino que pondrá los cimientos del “salto generacional” hacia 5G, que no solo promete velocidades más altas, sino el desarrollo de nuevos modelos de negocio y actividades, particularmente los relacionados a Internet de las Cosas (IoT).

Entre los nuevos espacios que se consideran para impulsar 5G en varios mercados latinoamericanos están la banda de 600 MHz (México, Argentina, Colombia); el rango de 3,3-3,7 GHz, así como el rango 1417-1518 MHz. Estas asignaciones vendrán complementadas por nuevos “yacimientos” de espectro en bandas milimétricas (mmWave) sobre los 24 GHz. 5G requerirá de estrategias de múltiples bandas (bajas, medias y altas) para permitir el despliegue de nuevos servicios garantizando cobertura y capacidad.

Los reguladores de la región deben centrarse en crear subastas justas y transparentes que apoyen la inversión en redes y permitan el despliegue de tecnologías de acceso móvil y su integración en los programas de políticas públicas que promuevan la adopción de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).

El reporte de 5G Americas “Análisis de las recomendaciones de espectro de la UIT en América Latina 2018” puede ser descargado aquí.

*Estas sugerencias se encuentran en el ITU-R M.2078, documento que establece requisitos de espectro para que normas como LTE y LTE-Avanzado, que cumplen con criterios IMT-2000 e IMT-Avanzadas respectivamente, funcionen de manera óptima.

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