La naturaleza cambiante de la competitividad plantea desafíos para el futuro de la economía global (1/2)

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La naturaleza cambiante de la competitividad económica en un mundo cada vez más transformado por las nuevas tecnologías digitales está creando un nuevo conjunto de desafíos para gobiernos y empresas, que colectivamente corren el riesgo de ejercer un impacto negativo en el crecimiento futuro y la productividad. Este es el resultado clave que se desprende del Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial, que se ha publicado hoy.

Según el informe, que en 2018 utiliza una metodología totalmente innovadora para capturar por completo la dinámica de la economía global en la Cuarta Revolución Industrial, muchos de los factores que tendrán más impacto a la hora de impulsar la competitividad en el futuro jamás habían sido el eje de decisiones políticas importantes con anterioridad. Entre ellos se incluyen la generación deideas, la cultura empresarial, la aperturay la agilidad.

La nueva herramienta cartografía el panorama de competitividad de 140 economías a través de 98 indicadores organizados en 12 pilares. Para cada indicador, en una escala de 0 a 100, indica el grado de proximidad de una economía al estado ideal o la “frontera” de competitividad. Al combinar estos factores, Estados Unidos obtiene el mejor rendimiento global con una puntuación de 85,6, por delante de Singapur y Alemania. La puntuación media a nivel mundial es de 60, a 40 puntos de la frontera.

Un aspecto unificador entre las economías más competitivas del mundo es que todas presentan un margen considerable de mejora. Por ejemplo, mientras que el índice de competitividad global del informe determina que Singapur es la economía más “preparada para el futuro”, va a la zaga de Suecia en cuanto apoblación activa digitalmente capacitada. Por otro lado, Suiza es el país que cuenta con la mano de obra más efectiva en términos de políticas de recualificación y reciclaje profesionaly las empresas estadounidenses son las que están en condiciones de adoptar los cambios más rápidamente.

Uno de los resultados más preocupantes del informe es la relativa debilidad generalizada en el dominio del proceso de innovación, desde la generación de ideas hasta la comercialización de productos. Aquí, 103 países puntúan por debajo de 50 en esta área del índice que está encabezado por Alemania, seguido de Estados Unidos y Suiza.

El informe pone de relieve que la actitud hacia el riesgo empresarial es la más positiva en Israel y tiende a ser negativa en varias economías del este de Asia. Canadá cuenta con la mano de obra más diversa y la cultura empresarial de Dinamarca es la menos jerárquica, ambos factores críticos para impulsar la innovación.

“La adhesión a la Cuarta Revolución Industrial se ha convertido en un factor determinante para la competitividad. Con este Informe, el Foro Económico Mundial propone un enfoque para evaluar el desempeño de los países en relación con este nuevo criterio. Preveo una nueva brechaglobal entre los países que entienden las transformaciones innovadoras y los que no. Solo aquellas economías que reconocen la importancia de la Cuarta Revolución Industrial serán capaces de brindar mayores oportunidades a su gente”, declaró Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial.

La apertura debe complementarse con la inclusión.
En un momento marcado por unas tensiones comerciales crecientes y por una reacción contra la globalización, el informe también revela la importancia de la apertura para la competitividad. Por ejemplo, aquellas economías que rinden según unos indicadores que denotan apertura, como barreras arancelarias reducidas o inexistentes, facilidad de contratación de mano de obra extranjera y colaboración en la solicitud de patentes, entre otras cosas, también tienden a demostrar un buen rendimiento en términos de innovación y eficiencia del mercado.

Este dato sugiere que la salud económica global se vería afectada positivamente por un retorno a una mayor apertura e integración; sin embargo, es crítico que se implementen políticas para mejorar las condiciones de los colectivos perjudicados por la globalización en los países.

El informe también presenta un argumento de peso en virtud del cual las políticas redistributivas, las redes de seguridad, las inversiones en capital humano, así como una tributación más progresiva dirigida a abordar la desigualdad, no necesitan comprometer los niveles de competitividad de una economía.

Sin un equilibrio inherente entre competitividad e inclusión, es posible mostrarse favorable al crecimiento y ser inclusivo al mismo tiempo. Por ejemplo, los trabajadores de las diez economías más competitivas del Índice trabajan una media de cinco horas menos a la semanaque los trabajadores de las tres economías BRIC: Brasil, India y Rusia, para los cuales se dispone de datos sobre el tiempo de trabajo.

Un mensaje clave del informe es la necesidad de adoptar un enfoque amplio para aumentar la competitividad: un rendimiento sólido en un área no puede compensar un rendimiento débil en otra. Esto es especialmente cierto por lo que respecta a la innovación: si bien es verdad que una marcada orientación a la tecnología puede brindar grandes oportunidades a los países de ingresos bajos y medios, los gobiernos no deben perder de vista los “antiguos” problemas de desarrollo, como la gobernanza, la infraestructura y las capacidades.

En este sentido, un factor preocupante que arroja el Índice de este año es el hecho de que, en 117 de las140 economías encuestadas, la calidad de las instituciones sigue siendo un lastre para la competitividad general. “La competitividad no es una competición ni un juego de suma cero: todos los países pueden llegar a ser más prósperos. Con oportunidades para dar un salto económico, la difusión de ideas innovadoras a través de las fronteras y nuevas formas de creación de valor, la Cuarta Revolución Industrial puede nivelar el campo de juego para todas las economías. Sin embargo, la tecnología no es una fórmula mágica por sí sola. Los países deben invertir en recursos humanos e instituciones para cumplir la promesa de la tecnología”, declaró Saadia Zahidi, Miembro de la Junta Directiva y Directora del Centro para la Nueva Economía y Sociedad.

Aspectos regionales y nacionales destacados
Con una puntuación de 85,6 sobre 100, Estados Unidoses el país más próximo a la frontera de competitividad. En particular, lidera el pilar del dinamismo empresarial, gracias a su vibrante cultura emprendedora, el pilar del mercado laboral (puntuación de 81,9 sobre 100) y pilar del sistema Financiero (92,1). Estos se cuentan entre algunos de los factores que contribuyen a que el ecosistema de innovación estadounidense sea uno de los mejores del mundo(86,5; 2º detrás de Alemania). El marco institucional del país también se mantiene relativamente sólido (74,6; 13º).

No obstante, hay indicios de un debilitamiento del tejido social (63,3; desde 65,5) y un empeoramiento de la situación de seguridad (79,1; 56º).  Estados Unidos presenta una tasa de homicidios cinco veces superior a la media de las economías avanzadas. Está lejos de la frontera en áreas tales como mecanismos correctores (76,3; 40º), independencia judicial (79,0; 15º) y corrupción (75,0;16º).

El país también está rezagado con respecto a la mayoría de las economías avanzadas en el pilar de la Salud, con una esperanza de vida con buena salud de 67,7 años (46º), tres años por debajo de la media de las economías avanzadas y seis años menos que Singapur y Japón.

Por último, la adopción de las TIC es relativamente baja en comparación con otras economías avanzadas, incluyendo aspectos como las suscripciones de banda ancha móvil y los usuarios de Internet. Con una puntuación de 71,2 Estados Unidos se sitúa por detrás de Corea con 20 puntos menos.

Además de Estados Unidos, otras de las diez principales economías del G20 incluyen Alemania (3º; 82,8), Japón (5º; 82,4) y Reino Unido (8º; 82,0). Los resultados del G20 son muy dispares. Casi 30 puntos y 80 niveles separan a Estados Unidos de Argentina (81º; 57,5), la economía del G20 con peor rendimiento.

Singapur ocupa el segundo lugar en los rankings generales (puntuación de 83,5) con la apertura como la característica definitoria de este centro de comercio global y uno de los principales impulsores de su éxito económico. El país también lidera el pilar de la infraestructura, con una puntuación casi perfecta de 95,7 gracias a su infraestructura de transporte y conectividad de clase mundial.  (Fin parte 1/2 – Parte 2/2 aquí))

Fuente: Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF)

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