Las pruebas de impacto del Instituto de Investigación de la Universidad de Dayton demuestran que los aviones grandes no siempre ganan en colisión con drones pequeños.
Cuando un gran helicóptero militar chocó en pleno vuelo con un pequeño cuadricóptero el año pasado, el helicóptero sólo sufrió daños menores y regresó a salvo a su hogar; el dron resultó destruido. Pero las pruebas realizadas en el Instituto de Investigación de la Universidad de Dayton muestran que más grande no siempre es mejor en los encuentros entre aviones tripulados e incluso pequeños vehículos aéreos no tripulados.
Video muestra en camara lenta los resultados del impacto
En una prueba diseñada para imitar una colisión en el aire a 238 millas por hora, los investigadores del grupo de Física de Impacto de la UDRI lanzaron un DJI Phantom 2 quadcopter de 2.1 libras contro el ala de un avión Mooney M20. El avión no se rompió al impacto, pero el medio no tripulado se incrustó profundamente en el borde de ataque del ala al perforar la estructura, hasta dañar el larguero principal. «Mientras el cuadricóptero se rompía, su energía y masa trabajaron juntas para crear un daño significativo al ala», dijo Kevin Poormon, líder del grupo de física de impacto de UDRI.
Giorgio Baron – Cambio Digital Online