En Finlandia, los reclusos clasifican los datos para entrenar las inteligencias artificial
Lo hacen en nombre de Vainu, una nueva empresa finlandesa. El tema es polémico, porque por un lado la empresa afirma que de esta manera, pueden adquirir habilidades valiosas, por otro lado, según varios detractores, se trata de una verdadera explotación.
Vainu es una startup finlandesa que ha desarrollado una base de datos global de profesionales, dedicada a las empresas. Un algoritmo gestiona el archivo y permite la clasificación y búsqueda de información. Para entrenar la inteligencia artificial, es necesario analizar cientos de miles de artículos en línea. Todo esto para entender si, por ejemplo, la palabra «Apple» se refiere al gigante de Cupertino o si se trata de una hacienda agrícola . Hasta aquí nada de extraño, por lo general este trabajo es realizado por programadores o personal contratado regularmente por la empresa.
En este caso, sin embargo, la tarea se confía a los presos de dos cárceles (en Turku y Helsinki). El tema es bastante controvertido, porque por un lado la empresa afirma que los presos pueden adquirir valiosas habilidades en el mundo del trabajo, por otro lado, según varios detractores, se trata de una verdadera explotación. La colaboración con el CSA (que gestiona las prisiones del país) se inició hace tres meses. Vainu paga directamente a la institución, la cual es responsable de decidir cuánto pagar a los trabajadores. Al mismo tiempo, el salario es el mismo que el que se paga a un empleado ordinario por el mismo trabajo.
Como explica Tuomas Rasila, cofundador de Vainu, la idea surgió casi por casualidad. La empresa había contratado a un aprendiz para extraer y clasificar la información, pero eso no era suficiente. Por casualidad, la sede de Vainu está en el mismo edificio que la sede del CSA. Por esta razón, a los ejecutivos de la startup se les ocurrió la idea de involucrar a los reclusos. En el sistema penitenciario finlandés, la inducción al trabajo es una actividad muy común y probada. Un modelo en todo el mundo por sus políticas progresistas. En algunos casos, los detenidos viven en «prisiones abiertas», donde pueden moverse y trabajar como ciudadanos libres.
Redacción Cambio Digital On Line