iMac M1: bonito, pero seis cosas nos han gustado a medias

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No se puede negar que el nuevo iMac M1 de 24 pulgadas es una máquina fantástica, y ya sienta las bases de lo que será el iMac en los próximos años gracias a varias novedades. Pero Apple no puede hacer pasar otra década sin hacer algunos cambios significativos en el nuevo modelo. Aunque recomendamos absolutamente la compra de un iMac por encima de cualquier otro del catálogo, el nuevo modelo no estuvo a la altura de nuestras expectativas. He aquí las razones.

El chip M1 es suficiente… por ahora
Como era de esperar, el nuevo iMac monta un SoC M1 propio y no nos cabe duda de que será increíblemente rápido, sobre todo si lo comparamos con el anterior modelo básico con Intel Core i3. Pero aunque esperábamos un sistema basado en un nuevo chip aún más potente, tenemos que conformarnos con el mismo chip M1 que se encuentra en los últimos MacBooks y el mismo límite de 16 GB de RAM. Probablemente sea suficiente SoC para este todo en uno, pero para los próximos iMac de gama alta Apple necesitará más potencia (incluida la gráfica), por no hablar de más RAM.

La pantalla no es ajustable
La pantalla Retina de 4,5K del iMac M1 es ciertamente estupenda, con una amplia gama de colores P3, 500 nits de brillo, True Tone y un revestimiento antirreflectante. Será genial para ver películas, editar vídeos y quedarse mirando durante horas. El problema que tenemos es con el ajuste. Como en los antiguos iMac, podemos inclinar la pantalla para conseguir el mejor ángulo de visión, pero no podemos subirla o bajarla para adaptarla a la altura del escritorio. Esta era una de las principales limitaciones del antiguo iMac, y es una pena que Apple no lo haya solucionado.

No tiene una verdadera «killer feature»
El iMac M1 será sin duda un gran ordenador, pero en realidad no hace nada que no hiciera el modelo anterior. El cable de alimentación magnético es un buen detalle, pero no aporta nada a la experiencia. Nos hubiera gustado un «factor sorpresa» (una almohadilla de carga inalámbrica integrada en la base, una pantalla extraíble, soporte para el Apple Pencil) para convertir una máquina que queremos en una que tenemos que tener. El iMac M1 es sin duda un buen PC de sobremesa, pero al fin y al cabo no es más que un iMac.

El diseño no va lo suficientemente lejos
Cuando veas por primera vez el nuevo iMac, seguro que te sorprenderá. Los colores, los biseles superfinos y la estética minimalista son factores de diseño que no pasarán desapercibidos, pero si se observa con detenimiento, en realidad no es tan diferente del modelo al que sustituye. Quizás la mayor limitación sigue siendo la parte que está debajo de la pantalla. Como Apple ha hecho el iMac tan increíblemente fino (sólo 11,5 mm), ha tenido que volver a colocar la placa lógica bajo la pantalla. Así que aunque esta parte es menos grande que antes y es más colorida, sigue habiendo un espacio vacío debajo de la pantalla, excepto que ahora no hay logotipo de Apple. Y ya que estamos, no sabemos por qué Apple ha optado por los biseles blancos en lugar de los negros.

Pocas conexiones
Apple ha emprendido una cruzada contra los puertos de conexión de los iPhones y los MacBooks, que ahora ha llegado también a los iMac. Sin embargo, aunque entendemos que Apple elimine los puertos de sus dispositivos portátiles para hacerlos más ligeros y delgados, tiene mucho menos sentido en un iMac. Sin embargo, Apple lo hizo de todos modos. El modelo anterior tenía cuatro puertos Thunderbolt 3 (USB-C), cuatro puertos USB-A, gigabit Ethernet y una ranura para tarjetas SDXC, mientras que el nuevo iMac M1 solo tiene dos o cuatro puertos USB-C, con el puerto Ethernet integrado en el adaptador de corriente en el modelo más caro. Eso significa que básicamente necesitarás un hub o dongle para conectar cualquier accesorio antiguo.

No tiene Face ID
El Touch ID en el Magic Keyboard es algo que queríamos desde hace años, y nos alegramos de que llegue al iMac (esperemos que Apple nos deje comprar uno por separado pronto). Pero no podemos evitar verlo como una oportunidad perdida para llevar la autenticación biométrica más fácil y segura de Apple al Mac. Cuando escuchamos por primera vez que el iMac integraría finalmente una cámara frontal actualizada de 1080p, esperábamos un módulo TrueDepth para Face ID. En cambio, aún no hay nada, y es lamentable que este método de autenticación siga limitado a los dispositivos iOS.

Redacción CambioDigital OnLine

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