La Industria 4.0 combina técnicas avanzadas en producción y operaciones con tecnologías inteligentes que buscan integrar empresas y personas para hacer más productivos y rentables los negocios. Este concepto, que se ha escuchado desde hace algunos años y que ha tomado fuerza en 2020, es el presente y futuro de las compañías.
Según Miguel Quiroga, Solutions Architect de Lumen, América Latina: “lo que hacemos con el concepto de Industria 4.0 es conectar a nuestros clientes con sus necesidades de extremo a extremo para poder capitalizar esa promesa de valor de la transformación digital para que cada uno de los negocios sea óptimo, eficiente e involucre innovación en los productos para mejorar la vida de las personas”.
Pero, ¿Cómo hacer más productivas y rentables a las empresas de la mano con la industria 4.0?
Quiroga explica que, las organizaciones deben identificar las tecnologías que mejor satisfacen sus necesidades antes de invertir en ellas. Además, se deben identificar los beneficios y oportunidades que trae consigo la Industria 4.0 en los objetivos y proyecciones de crecimiento empresarial, según el reglón económico al que pertenezcan. “Los líderes empresariales que están acostumbrados a los datos y las comunicaciones lineales deben conocer dónde se está empleando la tecnología de Industria 4.0”.
En el caso de la salud, la telemedicina es el resultado de los avances tecnológicos que brindan una serie de beneficios al paciente y a los profesionales de la salud, como la reducción de barreras de acceso a los sistemas médicos y disminución de costos.
Otro de los sectores económicos que ha creído en la tecnología es el agro. Machine Learning, la Inteligencia Artificial, video Analítica, la Geolocalización y Blockchain son algunas de las soluciones tecnológicas que se ajustan a las necesidades de los productores que buscan optimizar los recursos, aumentar la competitividad y reducir el impacto negativo de eventos climáticos. “Con el uso de los datos obtenidos de sensores, cámaras y drones se pueden tomar decisiones en menor tiempo y más precisas, debido a que se basan en datos e información de análisis estadístico”, dijo.
La industria 4.0 también ha tocado las puertas del sector educativo. Las instituciones de educación superior han implementado tecnologías para retomar clases de forma presencial con el uso de soluciones que ayudan a detectar aglomeraciones y monitorear puestos de trabajo ante el covid-19.
El sector financiero, desde años atrás, ha invertido en tecnología, al pensar en la atención de calidad y protección de sus clientes. Sin embargo, las soluciones han evolucionado y en la actualidad se cuenta con herramientas que garantizan el monitoreo de cajeros electrónicos de forma remota en zonas apartadas del país.
Otro sector que ha trabajado en sintonía con el uso de soluciones tecnológicas es el Retail. Gracias al marketing digital, se pueden conocer cuáles son los gustos de un cliente y los productos que compra. “Desde el e-commerce las compañías y plataformas de venta online pueden identificar modelos claros de negocio para aumentar ventas”, explicó el Solutions Architect de Lumen en América Latina.
Además, los sectores de retail y manufactura son las verticales más interesadas en implementar IoT y se ha presentado un incremento en servicios tecnológicos flexibles como el seguimiento de flotas y mercancías, edificios inteligentes, autos autónomos, control del tráfico, aplicaciones industriales.
“Todas estas nuevas tendencias se irán desarrollando con mayor eficiencia gracias a la tecnología 5G que potencializa la velocidad para tener conexiones 10 veces más rápidas en banda ancha para móviles y para aplicaciones industriales hasta de un 40% más de velocidad. Además, estas nuevas tecnologías llegaron a solucionar retos a los que nos estamos enfrentando como sociedad”, recalcó.
Finalmente, añadió que es probable que dicha revolución cambie la forma en que se hacen las cosas, pero también podría afectar cómo los clientes interactúan con ellas y las experiencias que esperan tener mientras interactúan con las empresas. Más allá de eso, podría generar cambios en la fuerza laboral, lo que requeriría nuevas capacitaciones y nuevos puestos de trabajo.
Fuente: Lumen