La compañía ha confirmado este miércoles que ha presentado una demanda ante el Tribunal Superior de Delhi.
La demanda es un intento de evitar las estrictas normas que deben entrar en vigor el miércoles. Entre ellas se incluye la exigencia de que las empresas creen funciones especiales en la India para que cumplan con la legislación local y se mantengan en contacto con las fuerzas del orden las 24 horas del día. También hay requisitos para que los servicios eliminen algunos tipos de contenido, como las publicaciones que presentan «desnudos totales o parciales».
Pero la norma con la que WhatsApp está más en desacuerdo es la que exigiría a las empresas rastrear al «primer emisor» de los mensajes problemáticos o de las publicaciones que se hagan virales si se lo piden las autoridades, una exigencia que acabaría de hecho con cualquier garantía de privacidad de los usuarios al requerir a la plataforma, propiedad de Facebook, que haga un seguimiento de cada mensaje.
«Exigir a las apps de mensajería que ‘rastreen’ los chats equivale a pedirnos que guardemos una huella digital de cada uno de los mensajes enviados en WhatsApp, lo que rompería la encriptación de extremo a extremo y socava fundamentalmente el derecho de las personas a la privacidad», dijo un portavoz de la compañía en un comunicado. «Nos hemos unido sistemáticamente a la sociedad civil y a los expertos de todo el mundo para oponernos a los requisitos que violarían la privacidad de nuestros usuarios».
WhatsApp cuenta con unos 400 millones de usuarios en la India, su mayor mercado. En 2016 desplegó el cifrado de extremo a extremo para que las llamadas, los mensajes, las fotos, los vídeos y las notas de voz solo se compartan con el destinatario previsto y con nadie más, incluido WhatsApp. Para cumplir con la demanda de trazabilidad, WhatsApp tendría que mantener bases de datos gigantescas de cada mensaje, dijo la compañía.
Un gobierno «que decide imponer la trazabilidad está imponiendo de hecho una nueva forma de vigilancia masiva», ha escrito WhatsApp en una entrada de su blog sobre por qué se opone a esta práctica. «La trazabilidad obliga a las empresas privadas a entregar los nombres de las personas que compartieron algo, incluso si no lo crearon, lo compartieron por interés o lo enviaron para comprobar su exactitud».
WhatsApp comenzó a presionar las demandas de la India para rastrear el origen de los mensajes hace años. En 2018, el gobierno le dijo a WhatsApp que hiciera más para rastrear el origen de los mensajes, después de que los bulos virales en la plataforma se relacionaran con varios linchamientos. La compañía dijo en ese momento que hacerlo rompería su cifrado de extremo a extremo.
El servicio de mensajería y otras empresas de redes sociales se han enfrentado últimamente a un entorno cada vez más difícil en la India, incluida la nueva normativa, que se anunció en febrero apenas unas semanas después de que el gobierno intentara presionar a Twitter (TWTR) para que retirara las cuentas que consideraba incendiarias.
En abril, el gobierno del primer ministro Narendra Modi pidió a Facebook y a Twitter (TWTR) que eliminaran un centenar de publicaciones, entre ellas algunas que criticaban la respuesta de Modi a Covid-19.
Y a principios de esta semana, la policía de Delhi visitó las oficinas de Twitter en la India para ordenar al gigante de las redes sociales que cooperara con una investigación sobre un tuit enviado por un miembro del partido político gobernante. Twitter había calificado el tuit de «medio manipulado».
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