Jeff Bezos quiere ofrecer a la NASA hasta 2.000 millones de dólares en un intento de reavivar la batalla por el espacio entre su empresa de cohetes Blue Origin y SpaceX de Elon Musk.
El hombre más rico del mundo se dirigió el lunes al administrador de la NASA, Bill Nelson, en una carta abierta en la que se ofrece a cubrir miles de millones de dólares de los costes de la agencia espacial estadounidense. Con ello, Bezos espera que Blue Origin pueda ser reconsiderada para un contrato de construcción del vehículo que alunizará a los próximos astronautas.
Su inusual propuesta llega unos meses después de que la NASA eligiera a SpaceX en lugar de a Blue Origin para un contrato de 2.900 millones de dólares para construir el vehículo.
En un principio, la agencia pretendía que al menos dos empresas del sector privado compitieran para construir la nave que transportará a los astronautas a la superficie lunar para las misiones de alunizaje Artemis, un proyecto denominado Sistema de Aterrizaje Humano (HLS). Pero en abril, la NASA anunció por sorpresa que seguiría adelante con SpaceX como único contratista del proyecto, citando los costes como razón principal.
Blue Origin se opuso abiertamente a la decisión. Ahora Bezos -recién llegado de su vuelo espacial la semana pasada- quiere asegurarse de que el dinero no se interponga en el camino.
«Blue Origin cubrirá el déficit de financiación presupuestaria del HLS renunciando a todos los pagos en el año fiscal actual y en los dos próximos, hasta 2.000 millones de dólares, para volver a poner en marcha el programa ahora mismo», escribió.
«Esta oferta no es un aplazamiento, sino una renuncia total y permanente a esos pagos. Esta oferta proporciona tiempo para que las acciones de apropiación del gobierno se pongan al día. »
Bezos enfatizó repetidamente la necesidad de que la NASA promueva una competencia sana mientras la agencia trabaja para su regreso a la luna, sugiriendo que el gobierno lamentaría no hacerlo.
«Sin competencia, a poco tiempo de iniciado el contrato, la NASA se encontrará con opciones limitadas mientras intenta negociar el incumplimiento de los plazos, los cambios de diseño y los sobrecostos», escribió. «Sin competencia, las ambiciones lunares de la NASA a corto y largo plazo se retrasarán, en última instancia costarán más y no servirán al interés nacional».
Redacción CambioDigital OnLine