Es muy probable que TikTok sea prohibido tras la comparecencia ante el Congreso estadounidense. El director ejecutivo, Shou Zi Chew, tuvo una dura comparecencia, durante la cual esquivó varias preguntas importantes sobre los datos de los usuarios estadounidenses y el espionaje chino.
El juicio ante el Congreso de Estados Unidos es un paso obligado para cualquier Big Tech. Hasta la semana pasada, el rostro de Shou Zi Chew, el CEO de TikTok, permanecíó casi oculto al publico. Después, un vídeo. Hace dos días apareció en el feed de 8,6 millones de personas para anunciar desde el perfil oficial de TikTok dos cosas: la primera, que la comunidad estadounidense había alcanzado los 150 millones de usuarios, y la segunda, que pronto tendría un enfrentamiento con el Congreso directamente en Washington.
El asunto es ahora de sobra conocido. TikTok se enfrenta a una serie de prohibiciones en Estados Unidos motivadas principalmente por un factor: sus vínculos con el Gobierno de Pekín. Ahora TikTok está prohibido para los empleados de agencias federales, está siendo investigado por el FBI y ahora el Congreso está considerando seriamente bloquearlo en todo el país. Por eso Shou Zi Chew se reunió con miembros del Congreso en Washington para responder a una serie de preguntas sobre la seguridad de TikTok. Una reunión que tras unas dos horas dejó claro que el resultado sería desastroso.
El vínculo entre TikTok y China
Los temas que se tocaron durante la audiencia en el Congreso fueron muchos, y varios congresistas tomaron la palabra para hacer preguntas a Shou Zi Chew. La primera diferencia entre esta reunión y la (histórica) de 2018 con Mark Zuckerberg es la preparación de los políticos. Si en 2018 volaron preguntas absurdas como «Si nadie paga por una membresía ¿cómo garantizan un servicio?», aquí las preguntas fueron de media más punzantes y, por tanto, más difíciles de frenar.
Muchas de las preguntas giraron en torno a la relación entre TikTok y el Gobierno chino. A pesar de las respuestas de Shou Zi Chew, surgieron varios puntos que pusieron en aprietos a la plataforma ante las acusaciones del Congreso. Shou Zi Chew dirige TikTok Global, la empresa que gestiona TikTok fuera de China. Esta división, con sede en Los Ángeles, tiene una estructura y un liderazgo diferentes a los de ByteDance, el imperio tecnológico chino de 150.000 empleados que creó TikTok (y CapCut). Una de las primeras cosas que los congresistas trataron de averiguar es la relación entre Shou Zi Chew y TikTok.
Chew tiene 40 años, es originario de Singapur y fue uno de los primeros empleados de ByteDance, donde trabajó durante diez años. Cuando Michael G. Burgess (Partido Republicano) le preguntó con quién había preparado esta reunión, Chew respondió que lo había hecho todo con su equipo en Washington. Pero luego no negó que también habían llegado mensajes y consejos de China: «Mi teléfono está lleno de buenos deseos y consejos de todo el mundo».
La postura de los congresistas fue clara. Todas las preguntas formuladas a Chew pueden resumirse en una sola postura, que básicamente no varió en toda la audiencia: «TikTok es un caballo de Troya que el Gobierno chino utiliza para obtener datos de Estados Unidos». Chew siempre ha negado tener relaciones con el Partido Comunista Chino: «Nunca me he reunido con ningún funcionario del partido». Pero no con ByteDance, empresa para la que trabajó durante mucho tiempo y por la que sigue recibiendo una remuneración por sus encargos anteriores.
Proyecto Texas, o cómo TikTok intenta afianzarse
De momento, la línea de la app social es toda defensiva. Chew se pasó la reunión con el Congreso defendiendo el Proyecto Texas, un plan desarrollado por la compañía junto al Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS) para crear una infraestructura informática transparente en la que se almacenarán los datos de los usuarios cortando todo acceso a los empleados de ByteDance. Según los acuerdos, todo el proyecto deberá ser supervisado por un equipo dirigido por Estados Unidos. En estas ocasiones, Chew también mencionó la colaboración en curso con Oracle, una de las Big Tech estadounidenses más importantes (e históricas).
El Proyecto Texas recuerda en cierto modo al Proyecto Clover, el plan lanzado en la Unión Europea para la gestión de datos: un plan para construir tres centros de datos en los que almacenar los datos de los usuarios europeos (que actualmente, todos se encuentran en Estados Unidos). Las respuestas sobre el Proyecto Texas, sin embargo, sacaron a relucir otro elemento. Independientemente de cómo se desarrolle el proyecto, en esta fase los ingenieros de ByteDance siguen teniendo canales para acceder a los datos de los usuarios fuera de China.
Dos cosas quedaron claras durante la audiencia del jueves: que Chew se ganó pocos corazones entre el comité del congreso y que logró un poco común acuerdo de opiniones entre Republicanos y Demócratas, según palabras de uno de los congresistas.
Fuente WEB | Editado por CambioDigital OnLine