Una forma rectangular, larga y estrecha, nada manejable, poca autonomía para hacer llamadas y, encima, caro. Así era el DynaTac 8000x de Motorola, el primer teléfono móvil que debutó en las tiendas. Era el 6 de marzo de 1983 y comenzaba la era comercial del teléfono móvil, un objeto que cambió nuestras vidas.
Motorola ya había asumido el nuevo reto diez años antes: de hecho, fue en abril de 1973 cuando el ingeniero Martin Cooper consiguió hacer la primera llamada inalámbrica experimental en la calle.
De unos 25 centímetros de alto y 800 gramos de peso, el DynaTAC 8000x se parecía más a un walkie-talkie que a un teléfono portátil. Permitía media hora de llamadas, podía almacenar 30 números de teléfono y costaba casi US$4.000, un precio que hace que los actuales smartphones de gama alta parezcan baratos. Se vendieron 300.000 unidades y fue el teléfono utilizado por Michael Douglas en la película Wall Street (1987).
A partir de los años 80, el teléfono móvil inició una carrera hacia el éxito, primero contenida -tardó siete años en alcanzar el millón de usuarios- y luego cada vez más rápida hasta la llegada disruptiva del iPhone en 2007, que con su conexión a Internet y luego el acceso al mundo de las aplicaciones y los servicios, puso el mercado patas arriba.
En la actualidad, el sector está de capa caída por la crisis mundial y la saturación del mercado y, como se vio en la feria de telefonía que se clausuró hace unos días en Barcelona, la apuesta de los fabricantes son los teléfonos plegables pero también los objetos wearables como los visores que, según Mark Zuckerberg lanzado ahora al metaverso, podrían convertirse en los nuevos iPhones.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine