La inteligencia artificial entra en la campaña electoral estadounidense con Ashley, un chatbot que se basa en una tecnología similar a ChatGPT, y que puede contactar con los votantes para escuchar sus necesidades como hacen los voluntarios.
Según Reuters online, Ashley ya ha llamado a miles de votantes de Pensilvania en nombre de la candidata demócrata Shamaine Daniels, que aspira al escaño que ocupa el republicano Scott Perry, afín a Trump.
Ashley no da respuestas predefinidas o pregrabadas, sino que es capaz de mantener infinidad de conversaciones individuales y personalizadas al mismo tiempo. Como voluntario de campaña experimentado, el chatbot analiza los perfiles de los votantes para adaptar las conversaciones a sus temas clave. «Esto se expandirá rápidamente», afirma Ilya Mouzykantskii, de 30 años, consejero delegado de Civox, con sede en Londres, la empresa que está detrás de Ashley. «Pretendemos hacer decenas de miles de llamadas al día de aquí a finales de año».
Ashley es uno de los primeros ejemplos de cómo la inteligencia artificial generativa está dando paso a una nueva era de campañas políticas sin normas claras que regulen su uso. La Comisión Federal de Elecciones de EE.UU. ha empezado a estudiar la posibilidad de regular el uso de la IA en este ámbito.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine