La cantidad anual destinada a responder a las brechas de ciberseguridad ha superado los US$5 millones. Una cifra que las plataformas de inteligencia artificial al servicio de los ciberdelincuentes podrían incrementar aún más.
Así se desprende de la nueva edición del informe ‘Cybernomics 101’ de la empresa especializada Barracuda. Según las conclusiones, el 50% de unos 2.000 profesionales piensa que la IA es ya una especie de arma en manos de los hackers, que la explotan para crear campañas más sofisticadas. No en vano, el 71% de los encuestados sufrió un ataque de ransomware durante 2023, y el 61% pagó un rescate para recuperar sus datos.
El estudio también incluye algunos consejos que se pueden poner en práctica para reconocer las amenazas, mitigarlas y reaccionar de la manera más eficaz. Entre ellos, adoptar un enfoque de la seguridad basado en plataformas, en lugar de una colección de herramientas individuales o soluciones de seguridad dispares; implantar derechos de acceso privilegiados para garantizar que los datos sensibles sólo estén al alcance de las personas autorizadas; y crear (y revisar periódicamente) un plan de respuesta a incidentes de ciberseguridad.
«La investigación Cybernomics 101 pone de manifiesto la dura realidad de las violaciones de datos, pero también subraya que las empresas no están indefensas», señaló Fleming Shi, director de Barracuda. «La supervisión y detección proactivas de los ataques son fundamentales para evitar la progresión a consecuencias aún más graves, como el ransomware. Empezando a prepararse hoy para tales eventualidades, las empresas pueden reducir significativamente el impacto y el coste de los incidentes.»
Fuente: Barracuda