IBM presentó en su conferencia anual Quantum Developer Conference 2025 dos nuevos procesadores cuánticos y avances en software y algoritmos, con el objetivo de acelerar el camino hacia la ventaja cuántica y la tolerancia a fallos.
En Atlanta, durante la Quantum Developer Conference, IBM dio a conocer hitos relevantes en su hoja de ruta hacia la computación cuántica práctica y escalable. La compañía introdujo el procesador IBM Quantum Nighthawk, un chip de 120 qubits con una topología cuadrada que conecta cada qubit con cuatro vecinos mediante 218 acopladores ajustables. Esta arquitectura representa un incremento del 20% respecto al procesador Heron y permite ejecutar circuitos un 30% más complejos con menos puertas SWAP, lo que se traduce en una reducción de errores y mayor eficiencia en el diseño de algoritmos.
Junto a Nighthawk, IBM presentó el procesador experimental Quantum Loon, concebido como un prototipo que integra los elementos de hardware necesarios para la futura computación cuántica tolerante a fallos. Según la compañía, Loon es una pieza clave en el desarrollo del IBM Quantum Starling, un superordenador cuántico previsto para 2029 que aspira a ser veinte mil veces más potente que los sistemas actuales.
En el ámbito del software, IBM anunció mejoras en Qiskit, su plataforma de programación cuántica de código abierto. Las nuevas capacidades permiten un aumento del 24% en la precisión de los circuitos dinámicos y una reducción de más de cien veces en el costo de obtener resultados fiables gracias a técnicas de mitigación de errores apoyadas en computación de alto rendimiento. Estos avances buscan facilitar que investigadores y desarrolladores puedan experimentar con algoritmos más complejos y obtener resultados consistentes en entornos cuánticos aún propensos a fallos.
La compañía también destacó su colaboración con socios académicos e industriales en un rastreador abierto de la ventaja cuántica, donde se han realizado experimentos que muestran resultados comparables a los principales métodos de simulación clásica. Este esfuerzo comunitario pretende establecer métricas transparentes para evaluar cuándo un sistema cuántico supera de manera verificable a los ordenadores tradicionales.
La estrategia de IBM se articula en dos plazos: alcanzar la ventaja cuántica antes de 2026, es decir, el punto en que un procesador cuántico pueda resolver problemas imposibles para la computación clásica, y lograr la computación cuántica tolerante a fallos en 2029, con sistemas capaces de ejecutar cálculos correctos pese a los errores inherentes a la tecnología.
El anuncio tuvo repercusiones inmediatas en el mercado financiero, con un aumento cercano al 2% en el valor de las acciones de IBM tras la presentación de Nighthawk. Este interés refleja la expectativa de que los avances cuánticos puedan abrir nuevas oportunidades en sectores como la investigación científica, la optimización industrial y el desarrollo de materiales.
En conjunto, los anuncios de IBM en 2025 muestran un enfoque integral que combina hardware, software y algoritmos, con la intención de sentar las bases de una computación cuántica útil y escalable en la próxima década.
Fuente: nota de prensa IBM | Editado por CDOL








































