En los últimos años, la conectividad doméstica ha mostrado una creciente complejidad. Según datos de Techsee, más del 68% de los hogares en Estados Unidos reportaron problemas de Wi-Fi en el último año, y cerca del 39% requirió la visita de un técnico. Sin embargo, aproximadamente un 20% de esas intervenciones no lograron resolver la situación, lo que incrementa el riesgo de cancelación del servicio y genera costos adicionales para los proveedores.
Ante este escenario, Ookla ha desarrollado Speedtest Pulse, un dispositivo de diagnóstico dual que combina dos modos de operación: Active Pulse, orientado a la validación inmediata de instalaciones y resolución de incidencias en sitio, y Continuous Pulse, pensado para pruebas autónomas que permiten detectar problemas intermitentes y garantizar el cumplimiento de acuerdos de nivel de servicio (SLA). Esta propuesta busca reducir la dependencia de visitas repetidas y ofrecer evidencia objetiva sobre la calidad de la conexión.
El modo Active Pulse convierte a cada técnico en un primer nivel de defensa contra la pérdida de clientes. Mediante un sistema guiado desde un smartphone, se verifican parámetros como el rendimiento de la conexión cableada, la velocidad inalámbrica y el entorno de radiofrecuencia. El dispositivo traduce métricas complejas en recomendaciones simples y accionables, evitando que los equipos de soporte se enfrenten a datos sin contexto. De esta manera, se facilita la identificación de problemas específicos, como interferencias de canal o limitaciones en la cobertura.
Por su parte, el modo Continuous Pulse está diseñado para permanecer en el lugar del usuario y recopilar información periódica sobre el desempeño de la red. Esta función resulta especialmente útil en casos de incidencias que no se reproducen durante una visita técnica, ya que permite documentar la degradación del servicio y ofrecer pruebas claras en disputas relacionadas con SLA. Además, abre la posibilidad de crear servicios premium respaldados por datos de rendimiento continuo, lo que representa una oportunidad de diferenciación para los proveedores.
El impacto económico de los problemas de conectividad es significativo. Se estima que los costos asociados a visitas técnicas por fallos de Wi-Fi alcanzan más de 106 millones de dólares anuales, mientras que la pérdida de clientes por incidencias no resueltas supera los 33 millones. A esto se suma un margen de ingresos no aprovechados cercano a los 3 millones por la falta de implementación de sistemas de malla Wi-Fi.
Speedtest Pulse se integra con la red global de servidores de Speedtest, utilizada diariamente por millones de usuarios, lo que asegura consistencia en las mediciones. Además, puede conectarse con plataformas de inteligencia de red como Speedtest Insights, ofreciendo una visión centralizada del estado de la conectividad. Entre sus métricas destacan la latencia, la velocidad de carga y descarga, la calidad de la experiencia en navegación, juegos, videollamadas y streaming, así como indicadores de entorno Wi-Fi como interferencias y relación señal-ruido.
En síntesis, Speedtest Pulse busca responder a una necesidad creciente: contar con herramientas que midan la conectividad desde la perspectiva del usuario final y que traduzcan los datos en acciones concretas. Al hacerlo, no solo mejora la eficiencia operativa de los proveedores, sino que también contribuye a generar confianza en los clientes, quienes esperan pruebas claras de cobertura y rendimiento en cada espacio de su hogar o lugar de trabajo.
Fuente: Ookla | Editado por CDOL








































