Aparte de los inevitables 15.000 despidos en recortes de costos devastadores y de la asociación e inversión perdidas con OpenAI en el panorama de la IA, Intel no parece poder librarse de la maraña de drásticos recortes de costos operativos.
Según un nuevo informe de Reuters, los altos ejecutivos de la empresa, incluido el consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger, tienen previsto presentar un nuevo plan al consejo de administración. Dicho plan incluirá una nueva hoja de ruta de gastos, con importantes recortes presupuestarios asignados a negocios y departamentos que no son necesariamente prósperos.
En un giro sorprendente de los acontecimientos, los cambios también afectarán a la unidad de chips programables de Intel, Altera, a la que ya no puede prestar apoyo debido a las limitaciones presupuestarias. El proyecto de fabricación de chips de Magdeburgo costó a Intel hasta 32.000 millones de dólares. Pero, según parece ahora, el proyecto podría cancelarse o ponerse en pausa a medida que Intel reestrategia. Los informes indican que el gobierno local de Magdeburgo podría decidir asumir el proyecto si Intel se retira.
Esto se produce después de que la empresa anunciara unas pérdidas de 1.600 millones de euros en su última presentación de resultados. Se puede atribuir a la lentitud con la que Intel se adapta y adopta la tendencia de la IA el hecho de que otras grandes empresas tecnológicas como Microsoft y NVIDIA sigan cosechando importantes éxitos. No está claro cómo de radicales serán los cambios de Intel, pero la compañía planea reducir costos y gastos en 10.000 millones de dólares.
Poco después de la presentación de los resultados de Intel, los inversores empezaron a retirar sus inversiones de la empresa, con el precio de sus acciones en -27%, marcando la mayor caída de la valoración de mercado de la firma en más de 24 años. En consecuencia, Lip-Bu Tan abandonó el consejo de administración de la empresa, lo que provocó una caída adicional de las acciones del 6%.
El plan estratégico también podría incluir la propuesta de vender Altera, el negocio de chips programables de Intel. El fabricante de chips adquirió Altera en 2015 y ha formado parte de su estrategia de mercado desde entonces. Sin embargo, es posible que la compañía esté luchando para obtener beneficios de sus empresas, y potencialmente podría ponerla a la venta a partes interesadas.
Intel reorganizó su negocio a principios de este año separando el negocio de fundición de sus empresas de diseño. Esto forma parte de su apuesta por garantizar que los clientes potenciales del negocio de diseño no tengan acceso a los secretos tecnológicos de los clientes que utilizan las fábricas de Intel.
Fuente WEB | Editado por CambioDigital OnLine
