Meng Wanzhou, directora financiera e hija del fundador de Huawei -gigante chino de las telecomunicaciones- fue detenida en Vancouver (Canadá) con una orden emitida por el gobierno estadounidense, por violación de las sanciones contra Irán. Ahora los Estados Unidos exigen su extradición.
La detención pone en peligro los recientes acuerdos comerciales entre los Estados Unidos y China. La embajada china ha pedido la liberación de la líder y Pekín habla de «una grave violación de los derechos humanos».
Huawei ha sido durante mucho tiempo un observador especial del mundo occidental. A todas las agencias de gobierno de los Estados Unidos se les ha prohibido usar sus teléfonos móviles y la compañía china ha pedido recientemente condiciones justas en el mercado del Reino Unido después de que British Telecom retirara los equipos de red Huawei del «corazón» de sus redes 4G, donde se encuentra la información sensible de los clientes. «Los proveedores no deben ser tratados de manera diferente dependiendo de su país de origen», dijo Huawei en una nota.
La detención de la ejecutiva china y el enfriamiento de las relaciones entre Pekín y Washington, tuvieron repercusiones inmediatas en los mercados. En Tokio, el índice Nikkei cerró con un descenso del 1,91% por ciento, Hong Kong cayó un 2,92% y Shanghai 1,91%.
Redacción Cambio Digital – OnLine
