La economía venezolana presenta en la actualidad múltiples desequilibrios económicos y financieros entre los que destacan una constante contracción del PIB, alta inflación, incremento del déficit fiscal, contracción de la renta petrolera, disminución del consumo público y privado, entre otros. A lo anterior, se le suman los efectos negativos de las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), y la pandemia por COVID-19.
La empresa venezolana ante el COVID-19 recoge las respuestas de más de 100 directivos y empresarios del país, pertenecientes a siete sectores, en una encuesta aplicada entre el 24 de julio y el 7 de agosto por KPMG en Venezuela, con la cual se sondean sus expectativas ante la evolución de la economía venezolana, sus sectores y principales desafíos del negocio, así como las respuestas implementadas para hacer frente a los efectos del COVID-19. El presente informe incluye las respuestas relativas a la situación actual de la economía venezolana, perspectivas para los próximos 12 meses, así como expectativas de evolución de la facturación, inversión, plantilla de personal, internacionalización y áreas afectadas.
Venezuela fue uno de los países en los que las restricciones a la movilidad para hacer frente a la pandemia fueron más estrictas y se han ido agudizando con el transcurso de los meses. El Ejecutivo implementó distintos esquemas de confinamiento y flexibilización, como el denominado 7+7, que consiste en siete días de activación de diez sectores económicos y siete días de cuarentena radical, segmentada por estados en función de la curva o fase de expansión de COVID-19 que presente cada región. Por consiguiente, hemos tenido distintos esquemas, “flexibilización parcial vigilada”, “flexibilización general”, entre otros.
Resultados del estudio
-Las empresas venezolanas se adaptaron a la situación actual; por lo tanto, el 68% de los ejecutivos encuestados realizaron un ajuste en la estructura de costos, seguidamente de un 50% vinculado a la plantilla laboral. Estos dos fueron los ámbitos que se han visto más afectados en las empresas.
-Los ejecutivos encuestados coincidieron en la implementación de las siguientes medidas: Cuarentena radical y extrema, Protocolos de bioseguridad , Trabajo remoto, Reducción del horario de trabajo, Distanciamiento social y Medidas de prevención ante la pandemia.
-Según el estudio realizado, los empresarios venezolanos señalan dos prioridades estratégicas para los próximos 12 meses, las cuales son: la transformación digital que destaca con el 56% y el reforzamiento de la sostenibilidad, señalada con un 53%.
-Las empresas deberán valorar soluciones que les permitan fortalecer su situación financiera y sus operaciones. El 76% de los empresarios encuestados mencionan que llevaran a cabo reestructuraciones operativas, la cual es la medida más destacada; seguidamente se sitúan las alianzas con un 38% de los encuestados, con el propósito de generar valor agregado y dinamismo a la economía privada.
-El 43% de los empresarios encuestados esperan recuperar los niveles de facturación previos a la crisis en los próximos 12 meses. El 27% de los directivos consideran que lo conseguirán en el 2022, mientras que 16% afirma que será más allá de 2022. El 14% de los ejecutivos encuestados opinó que su facturación no se ha visto afectada por la pandemia.
-Al momento de analizar las medidas necesarias para adaptar el modelo productivo en Venezuela, el 77% de los ejecutivos encuestados destaca la necesidad de fomentar la digitalización de sus procesos de negocios, seguido por el 46% que considera necesario incrementar la inversión en investigación y nuevos desarrollos. Destaca la importancia de revisar el sistema educativo e integrar en nuestra sociedad los modelos de una economía verde.
-Entre los principales retos que se deberán enfrentar luego del COVID-19, el 72% de los empresarios encuestados destaca la digitalización, con una entrada necesaria a la era digital. El 53% opina que los cambios en los hábitos de consumo requieren estudio y seguimiento para adaptarse a esta demanda del nuevo consumidor, mientras que un 42%considera retadora la gestión de personal.
-Para incrementar su competitividad en la era post COVID-19, los empresarios venezolanos destacan dos aspectos: la agilidad en los procesos internos con un 60% y la inversión en la innovación con el 54%. En tercer lugar, se sitúa impulsar la formación de los empleados con un 47%.
-En relación con el comportamiento de los clientes, en primer lugar, se encuentran dos factores determinantes al momento de consumir productos y servicios luego del COVID-19: un 66% considera la variable seguridad y salud, mientras que un 63% considera el precio de los productos. Cabe destacar que también figuran otros criterios como la calidad con un 56% y la accesibilidad con un 58%.
-Según el estudio realizado, el 79% de los empresarios venezolanos considera que una de las prioridades del Gobierno para estimular la recuperación debería ser la disminución de la presión fiscal, seguidamente de un 77% que señala como prioridad fomentar la inversión pública y privada.
-La mejora de la calidad de los servicios públicos y la disminución de la presión fiscal también son consideradas prioritarias por los ejecutivos encuestados en el ámbito económico. La primera es señalada por el 73% de los empresarios y la segunda por el 70%.
-Una amplia mayoría de los empresarios encuestados considera necesario que se revisen las medidas fiscales con el fin de ayudar a las empresas y a la economía del país. 62% considera necesario una modificación estructural de la carga tributaria de las empresas, mientras que el 27% opina que se debería reducir la carga tributaria. Adicionalmente, 9% de los empresarios encuestados consideran necesaria una revisión de los impuestos indirectos.
Conclusiones
Venezuela ha estado en recesión económica por seis años consecutivos, previo a la llegada de la pandemia producida por COVID-19. Durante este tiempo, se estima que el consumo se redujo entre 60% y 70%. Ante esta situación, las empresas venezolanas deben evaluar el efecto del COVID-19 en su modelo de negocio y establecer acciones de generación de valor en sus actividades operativas, de generación de flujo de caja, de gestión de personal y en la economía en general.
Como demuestran los resultados de la encuesta, el empresario venezolano toma como su principal eje de balance dos elementos, (i) la estabilidad durante y post COVID-19 y (ii) la evolución industrial por medio de la transformación digital, operativa y financiera. Desde esta perspectiva, emergen nuevas alternativas de continuidad de operaciones y evolución operativa, considerando las necesidades de un mercado contraído y las de la era digital impulsada por la revolución tecnológica 4.0, donde esquemas de trabajo 24/7, inteligencia artificial y teletrabajo activan oportunidades de crecimiento y evolución en pleno proceso de recesión, con una mirada a un proceso de recuperación que según sus respuestas puede iniciar en 2022.
El futuro se visualiza con una mayor competitividad, dejando de ser una economía mono dependiente y explorando nuevas fuentes de ingresos locales y en mercados emergentes, activando alianzas y explorando nuevas fuentes de generación de valor. Adicionalmente, las empresas locales tienen el reto de prepararse para la llegada de la competencia externa al existir la posibilidad de que en el corto plazo se produzca paulatinamente el reordenamiento a una economía de mercado.
Obtenga el informe (pdf) aquí:
Fuente: KPMG