OpenAI, la empresa que desarrolla el lenguaje de inteligencia artificial detrás de ChatGPT, perdió US$540 millones en 2022. La cifra, aparecida en el sitio web The Information, indica que gran parte del descenso se debe precisamente a los esfuerzos de la organización por finalizar ChatGPT.
A principios de año, OpenAI recibió una fuerte inversión de Microsoft, por valor de unos US$10.000 millones. Pero el gigante de la alta tecnología no es ajeno al apoyo a la organización: ya la había financiado con US$1.000 millones entre 2019 y 2021. Según explica The Information, los elevados costos se derivan de la potencia de cálculo de las computadoras necesarias para operar y procesar los datos de los llamados LLM, los «grandes modelos lingüísticos» que dan a proyectos como ChatGPT, la capacidad de entender el lenguaje humano y responder conversacionalmente. De acuerdo a los analistas, sólo ChatGPT ‘cuesta’ a OpenAI, unos US$700.000 al día.
En febrero, OpenAI lanzó una cuota de suscripción, llamada ChatGPT Plus, en un intento de hacer caja. Sin embargo, The Information señala que es poco probable que los US$20 mensuales que se cobran a cada suscriptor del servicio sirvan para saldar la deuda: «cuantos más clientes utilicen ChatGPT, más necesitará la empresa mejorar y agilizar los algoritmos».
El consejero delegado de OpenAI, Sam Altman, afirma que la empresa podría recaudar otros US$100.000 millones de financiación en los próximos años, aprovechando el interés que despierta el tema de la IA, sobre todo de cara al lanzamiento de una nueva generación de ChatGPT.
Se espera una Inteligencia Artificial General (AGI), un modelo tan avanzado que sea indistinguible de un homólogo humano en cuanto a posibilidades de interacción y dominio de la conversación. El competidor directo de OpenAI, Google, está desarrollando su propio software de IA con el nombre de Bard, que podría exigir a la Gran G un gasto hasta diez veces superior al que dedica al funcionamiento de la actual búsqueda web.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine