Hace 20 años un estudiante de Harvard, Mark Zuckerberg, junto con un grupo de amigos decidió lanzar una red social dedicada al mundo universitario. En enero de 2004 registró el dominio thefacebook.com, y el 4 de febrero se inauguró oficialmente el sitio.
El éxito fue inmediato: pronto se expandió a otras universidades estadounidenses y luego tuvo la difusión mundial que conocemos, abriendo la avalancha de las redes sociales. Hoy, Facebook es una de las empresas más valiosas del mundo, tiene más de dos mil millones de usuarios activos al día y las redes sociales se han instalado en nuestras vidas. Ha trastocado la sociedad y el concepto de privacidad, amistad, información, política, trabajo, con el nacimiento de nuevas profesiones bajo la bandera de los likes. Y redefinido el concepto de real y virtual, en el futuro más que nunca con la inteligencia artificial y el metaverso, donde los menores son los más expuestos.
Facebook ha llevado Internet a la fase participativa con los contenidos generados por los usuarios y, a pesar de que le llaman el social de los boomers, sigue dominando el mercado. Ha marcado un modelo para las plataformas que vinieron después con el pinboard, su propio escaparate con fotos y vídeos; el flujo de noticias personalizado por el algoritmo. Y sobre todo introduciendo el concepto del like, una gratificación por nuestras acciones que genera dopamina y dinero.
Con los años, Facebook inició una campaña de compra. Instagram en 2012 y WhatsApp desde 2014, que junto a Messenger (lanzado en 2011) han formado parte del imperio de Zuckerberg, al que Time dedicó su portada en 2010. La compañía desembarcó en Wall Street en 2012 con una de las mayores ofertas públicas de venta de acciones de EEUU.
Sin embargo, la historia de Facebook es dispar. La red social ha tenido que hacer frente a varios problemas, especialmente en el frente de la privacidad. El mayor escándalo estalló en marzo de 2018, cuando una investigación periodística sacó a la luz el asunto de Cambridge Analytica, que había recopilado los datos personales de millones de cuentas de Facebook sin consentimiento y los había utilizado para propaganda política. Fue un momento decisivo para la comprensión pública del valor de los datos.
Otra coyuntura crítica, las revelaciones de la exempleada Frances Haugen en 2021: acusó a la compañía de haber relajado la seguridad para favorecer el beneficio con repercusiones en la desinformación (también en relación con el asalto al Capitolio) y en los menores (sobre este asunto hace unos días las grandes tecnológicas fueron duramente atacadas por el Senado de EEUU).
La compañía atravesó un periodo oscuro, que derivó en su transformación en Meta en octubre de 2021 para abrazar el metaverso y una nueva vida. También poniendo la inteligencia artificial en primer plano. «En los próximos años Facebook cambiará debido a la introducción de funciones de IA generativa. Muchos posts se crearán con la ayuda de la IA y tendremos bots que estarán a nuestro servicio», explica a ANSA el experto en redes sociales Vincenzo Cosenza, que imagina un futuro «cada vez más inmersivo con espacios sociales tridimensionales y esto impondrá nuevas reglas».
El reto actual de Facebook-Meta, además de la IA, es cumplir las normas europeas. Junto con otras cinco multinacionales (Alphabet, Amazon, Apple, Bytedance y Microsoft) está en el punto de mira de la Ley de Mercados Digitales, que a partir del 7 de marzo introducirá normas más estrictas para frenar las prácticas contrarias a la competencia.
Para los usuarios, esto significa el fin de los servicios Meta que comparten su información. También para cumplir con Bruselas, desde noviembre la empresa ha lanzado en Europa suscripciones para los usuarios que ya no quieran ser rastreados por la publicidad. Un último adiós al principio ‘Es gratis y para siempre’ que solía destacar en la página de bienvenida de Facebook, sustituido ya en 2019 por un más apresurado ‘Es rápido y fácil’.
Fuente: Web. Editado por CambioDIgital OnLine
