Donald Trump hace sonar la alarma. DeepSeek debe ser «una llamada de atención» para Silicon Valley, debe hacer sonar la alarma para la industria tecnológica estadounidense y espolearla para hacer más, mejor y, sobre todo, más barato. Está en juego el dominio en el área clave de la inteligencia artificial, en la que Estados Unidos y China mantienen una dura pugna por el liderazgo mundial.
Tras ver cómo el ciclón DeepSeek hundía Wall Street y las grandes tecnológicas, el presidente estadounidense llamó a aprovechar lo positivo de la sociedad china. Si la inteligencia artificial se puede ‘hacer por un precio más bajo y obtener el mismo resultado, creo que es algo positivo. Es positivo. Eso si es verdad, y nadie sabe si es verdad’, explicó Trump, que decidió centrarse en la IA nada más llegar a la Casa Blanca lanzando el proyecto Stargate para crear la infraestructura necesaria. Parte de la iniciativa es OpenAI, la start-up liderada por Sam Altman, a la que pertenece ChatGPT.
«El R1 de DeepSeek es un modelo notable, sobre todo por lo que puede ofrecer a ese precio. Por supuesto, seguiremos ofreciendo modelos mejores. Es estimulante tener un nuevo competidor», señaló Altman al aceptar el reto que le planteaba China, con quien Estados Unidos mantiene una guerra de talentos para hacerse con los mejores ingenieros e impulsar la IA de generativa a general, es decir, más inteligente que los humanos.
Descrito como «un momento Sputnik» por el famoso inversor tecnológico Marc Andreessen, DeepSeek ha desencadenado una crisis en Silicon Valley, hasta ahora reina de la carrera de la IA con miles de millones de dólares de inversión. Desde China, en cambio, llegó la lección de eficiencia y bajo coste que amenaza el modelo seguido hasta ahora por los grandes estadounidenses y basado en los avanzados chips de Nvidia. El gigante de los semiconductores pagó el precio más alto con DeepSeek, cerrando su Black Monday con una caída del 17%, aunque en la sesión de hoy ganó hasta un 3%. Lo conseguido por DeepSeek para la IA es un ‘progreso excelente’, comentan en Nvidia. Su «trabajo demuestra cómo se pueden crear nuevos modelos aprovechando los disponibles y respetando los controles de exportación» impuestos, añadió.
Pero sobre los chips utilizados por la empresa china hay dudas y recelos. Muchos expertos se muestran escépticos ante el auge chino y consideran exagerada la reacción de Wall Street. Según el Wall Street Journal, DeepSeek y su enfoque innovador merecen sin duda crédito, pero no hay que olvidar que la aplicación de los controles a la exportación de semiconductores de IA impuestos por EE.UU. ha sido lenta, lo que ha permitido a la empresa comprar los potentes chips H800 de Nvidia para el mercado chino. El pasado diciembre, la propia DeepSeek admitió que había utilizado 2.048 de ellos para entrenar sus modelos. Por no hablar de que, según algunos observadores, no se puede descartar que DeepSeek consiguiera hacerse con los avanzados chips de Nvidia a pesar de las restricciones a la exportación.
DeepSeek también preocupa en el frente de la privacidad. Además de la alarma suscitada por Australia, la Autoridad de Protección de Datos italiana también ha solicitado información a la empresa, que quiere confirmar qué datos personales se recopilan, de qué fuentes, con qué fines y si se almacenan en servidores ubicados en China.
Mientras China celebra su avance y sus éxitos al margen de las restricciones impuestas, el caso DeepSeek podría empujar a Trump a endurecer aún más el apretón a los chips con aranceles y controles para así defender a la industria tecnológica estadounidense que le tendió la mano tras su reelección y se mostró unida en su ceremonia de investidura. La presión sobre Trump ya ha comenzado y Elon Musk podría jugar un papel importante en este juego: el primer compinche es un profundo conocedor y admirador de la IA, tiene una empresa desarrollándola – xAI – y está convencido de que necesita una atención especial por ser una herramienta potencialmente muy peligrosa.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine
