El panorama de las criptomonedas está siendo testigo del auge de las «memecoins», monedas digitales que surgieron a partir de fenómenos virales en línea.
Estas criptomonedas, que a menudo carecen de una utilidad real y son altamente susceptibles a la especulación, comenzaron en 2013 con Dogecoin, creada por dos informáticos con la intención de satirizar a Bitcoin. Posteriormente, apareció Shiba Inu, impulsada por figuras como Elon Musk, y más recientemente, en vísperas de las elecciones presidenciales de EE. UU., se lanzaron $Trump y $Melania.
«A finales de 2024, el mercado global de las memecoins experimentó un fuerte crecimiento; la capitalización total pasó de aproximadamente US$40 mil millones a más de US$120 mil millones en menos de tres meses. Al día de hoy, el sector se sitúa en torno a los US$65 mil millones», afirmó Giacomo Vella, Director del Observatorio Blockchain & Web3 del Politécnico de Milán.
Vella destaca que este fenómeno se caracteriza por «una volatilidad extrema y una escasa transparencia». Subraya que «no es raro que falte información fiable sobre el equipo, la hoja de ruta o la gestión económica del proyecto, lo que hace que estos activos sean particularmente vulnerables a las dinámicas especulativas». La firma de análisis Nansen Research estimó que el 86% de los inversores en una de las principales «memecoins» perdieron un total de US$251 millones.
Plataformas como Pump.Fun han simplificado la creación y el lanzamiento de nuevas «memecoins» para cualquier persona, lo que ha provocado un auge de estas monedas digitales y una volatilidad sin precedentes. Según Wired, solo en Pump.Fun se lanzaron casi 6 millones de memecoins hasta enero de 2025. «En este contexto, el regulador europeo se muestra consciente y atento, y está trabajando para limitar los riesgos para los ahorradores europeos», concluyó Vella.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine