La creciente proliferación de drones y sistemas de armas autónomas letales (LAWS), impulsados por la inteligencia artificial (IA), está transformando la naturaleza de la guerra y generando una preocupación global. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha intensificado su llamado a una regulación internacional urgente para evitar un futuro en el que las máquinas tengan la potestad de decidir sobre la vida o la muerte de soldados y civiles.
Históricamente, los drones más sofisticados y costosos eran dominio exclusivo de las naciones más ricas. Sin embargo, conflictos recientes, como el de Ucrania, han demostrado que drones de bajo costo pueden ser adaptados con ingenio para fines militares, lo que ha democratizado el acceso a esta tecnología letal. «A medida que los conflictos en todo el mundo reflejan esta evolución, la naturaleza del combate moderno está siendo reescrita», ha declarado la ONU, expresando particular preocupación por los «robots asesinos« que operan con autonomía para seleccionar sus objetivos.
Izumi Nakamitsu, jefa de la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas, enfatizó la postura del Secretario General: «El uso de máquinas con plenos poderes delegados para tomar la decisión de quitar una vida humana es simplemente moralmente repugnante. Esto no debería permitirse. También debería prohibirse por el derecho internacional».
Diversos países con recursos significativos, como Estados Unidos, Rusia, China, Israel y Corea del Sur, están realizando inversiones sustanciales en IA y tecnologías relacionadas para desarrollar sistemas de armas autónomos terrestres y marítimos, según Mary Wareham, directora de la división de armas de Human Rights Watch. La rapidez con la que avanza la tecnología y la evidencia de que los sistemas de puntería basados en IA ya se utilizan en el campo de batalla aumentan la urgencia de establecer reglas internacionales para esta tecnología, subraya la ONU.
Nakamitsu señaló que «existe consenso entre muchos países sobre la prohibición de los sistemas de armas completamente autónomos». Además, destacó la importancia de la rendición de cuentas en el contexto de la guerra, afirmando que «cuando se trata de guerra, alguien debe ser considerado responsable». La búsqueda de un marco regulatorio internacional busca garantizar que la decisión de quitar una vida humana permanezca bajo control humano y no sea delegada a algoritmos.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine






































