Internet Explorer debutó en los ordenadores de sobremesa con Windows en 1995 y en 2004 había acaparado el 95% del mercado.
Pero ahora dominan Google Chrome, Safari de Apple y Mozilla Firefox.
Los usuarios que quieren seguir con Microsoft son dirigidos a Microsoft Edge, lanzado en 2015, junto con Windows 10.
La popularidad de Internet Explorer se vio mermada por el lanzamiento de navegadores más rápidos como Chrome y Firefox, ya que los usuarios aprovecharon las nuevas aplicaciones para navegar por plataformas como Google Search, Facebook y YouTube.
El auge de los teléfonos inteligentes supuso el golpe definitivo, ya que el navegador Safari preinstalado de Apple y Google Chrome en los teléfonos Android contribuyeron a trasladar el acceso y el uso de Internet al ámbito móvil.
El uso de Internet en móviles y tabletas superó al de los ordenadores de sobremesa en todo el mundo por primera vez en octubre de 2016, según la empresa independiente de análisis web StatCounter.
Y a principios de ese año, StatCounter observó que Google Chrome representaba más del 60% del uso de Internet en los ordenadores de sobremesa en todo el mundo, y que la cuota combinada de Internet Explorer y Edge en el mercado de los ordenadores de sobremesa quedaba por primera vez por detrás de la de Firefox.
Edge mantiene un «modo IE» incorporado para los desarrolladores y para quienes quieran acceder a las aplicaciones heredadas.
Microsoft dice que el acceso a su navegador de escritorio heredado se mantendrá en versiones antiguas de Windows, incluyendo Windows 8.1, Windows 7 Extended Security Updates y versiones limitadas de Windows 10.
Y el legado de Internet Explorer seguramente seguirá vivo después de su retirada, ya que ha venido preinstalado en los ordenadores con Windows durante más de dos décadas.
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