Elon Musk ha presentado el nuevo superordenador «Cortex» de Tesla, que podría convertirse en uno de los mayores del mundo, pero aún no está listo.
El consejero delegado de Tesla, ha calificado este proyecto de crucial para la compañía, que en los últimos años ha centrado su atención en la inteligencia artificial.
La IA necesita potencia de cálculo.
A principios de este año, corrió la noticia de que Tesla estaba teniendo problemas para construir una nueva expansión en Gigafactory Texas para albergar un nuevo superordenador gigante para entrenar la IA de Tesla.
En aquel momento, se supo que Tesla pretendía que un clúster de 100 MW estuviera listo en agosto para coincidir con la posterior presentación retrasada de su robotaxi. Musk canceló otros proyectos en Tesla para centrar los recursos de construcción en la ampliación.
Más tarde, Musk reveló que Tesla planea ampliar el clúster a más de 500 MW y utilizar la mitad de procesadores NVIDIA y la otra mitad de su propio hardware de IA.
Tesla planea utilizar esta potencia de cálculo para entrenar sus redes neuronales con el fin de ofrecer su largamente prometida capacidad de autoconducción.
Ahora, a finales de agosto, Musk ha publicado un vídeo en el que muestra el clúster de superordenadores, ahora llamado «Cortex»
Fuentes familiarizadas con el asunto dijeron que actualmente está funcionando con un sistema de refrigeración temporal y que no estará completamente operativo hasta que se complete la planta enfriadora.
Además, Tesla necesita más alimentadores de red. Algunos creen que el nuevo grupo no estará listo hasta octubre, que es cuando se ha adelantado la nueva presentación del Tesla Robotaxi.
Incluso con retrasos aparte, este clúster de superordenadores no está exento de polémicas.
Los accionistas de Tesla han demandado a Musk por múltiples incumplimientos de sus obligaciones fiduciarias, incluido el desvío de un cargamento de procesadores NVIDIA destinados a Tesla a su empresa privada, xAI.
Musk confirmó que el envío fue desviado, pero utilizó la excusa de que Tesla «no tenía dónde poner los procesadores», es decir, que la ampliación de la Gigafactoría de Texas y la sala de servidores para el clúster no estaban listas.
Sin embargo, como parte de la demanda, Musk va a tener que explicar por qué Tesla, que encargó los procesadores, que él mismo aceptó que son caros y difíciles de conseguir, no estaba preparada para recibirlos pero su startup privada sí.
Fuente WEB | Editado por CambioDigital Online
