Realizó en menos de cinco minutos un cálculo que habría llevado a una de las supercomputadoras más rápidas de la actualidad 10 septillones de años, una cifra asombrosa (igual a 10 seguido de 24 ceros) que supera con creces la edad del universo.
El resultado, publicado en la revista Nature, se logró gracias a Willow, el nuevo chip de IA cuántica de Google, que promete allanar el camino para la construcción de computadoras cuánticas útiles a gran escala, ya que es el primer sistema capaz de reducir exponencialmente los errores a medida que aumenta el número de unidades de cálculo (qubits) utilizadas.
Los errores son uno de los mayores retos de la computación cuántica porque los qubits tienden a intercambiar información rápidamente con su entorno, lo que dificulta la protección de los datos necesarios para completar un cálculo. En general, cuantos más qubits se utilizan, más errores se producen y el sistema se vuelve clásico. El estudio publicado en Nature demuestra, en cambio, que cuantos más qubits se utilizan en Willow, más se reducen los errores y más cuántico se vuelve el sistema.
Este logro histórico se conoce en la industria como «por debajo del umbral»: es necesario demostrar que se está por debajo del umbral para mostrar un progreso real en la corrección de errores, y esto ha sido un reto abierto desde que Peter Shor introdujo la corrección cuántica de errores en 1995.
Dado que Willow es «el primer sistema por debajo del umbral», explica Julian Kelly, director de Hardware Cuántico de Google Quantum AI, «se trata del prototipo más convincente de qubit lógico escalable construido hasta la fecha. Es una señal clara de que es posible construir ordenadores cuánticos grandes y útiles. Willow nos acerca a la realización de algoritmos prácticos y comercialmente relevantes que no pueden reproducirse en ordenadores convencionales».
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine