Con el fin del soporte de Windows 10 cada vez más cerca, Microsoft reafirma la importancia del Módulo de Plataforma Confiable (TPM) 2.0 para la seguridad de Windows 11. A pesar de las soluciones alternativas (no oficiales y palitivas) que surgieron tras su lanzamiento, la compañía insiste en que el TPM 2.0 es un requisito indispensable y no negociable para garantizar la protección de los sistemas operativos futuros.
El TPM es un chip diminuto en la placa base de tu ordenador, «parecido al teclado que utilizas para desactivar la alarma de seguridad de tu casa cada vez que entras por la puerta, o a la aplicación de autenticación que usas en tu teléfono para iniciar sesión en tu cuenta bancaria», señalamos en nuestra explicación. En un PC, arrancar un ordenador que utilice cifrado de disco completo y un TPM proporcionará un código único para desbloquearlo.
En una entrada de blog publicada el martes, Steven Hosking, director de producto de Microsoft, instó a los administradores de TI a «revisar» este «requisito mínimo clave del sistema para Windows 11». Hosking repasa las ventajas del TPM 2.0 y afirma que «desempeña un papel crucial en la mejora de la protección de la identidad y los datos en los dispositivos Windows, así como en el mantenimiento de la integridad del sistema».
«En conclusión, TPM 2.0 no es sólo una recomendación, sino una necesidad para mantener un entorno informático seguro y preparado para el futuro con Windows 11», añade Hosking.
En una página de soporte actualizada, descubierta primero por Neowin, Microsoft confirma que instalar Windows 11 en hardware no compatible desencadenará varias consecuencias, como una marca de agua en el escritorio, notificaciones en Configuración, posibles problemas de rendimiento y la recomendación de «volver a Windows 10».
La sugerencia final se convertirá en un problema crítico a partir del 24 de octubre de 2025 cuando finalice el soporte para Windows 10. Las empresas que no hayan migrado a Windows 11 se enfrentarán a costos crecientes por las licencias de Extensión de Soporte a Seguridad (ESU). Estas licencias tendrán un valor inicial de 61 dólares por dispositivo y año, duplicándose cada año hasta un máximo de tres años. Los usuarios individuales podrán adquirirlas por 30 dólares anuales. A pesar de estos costos adicionales, Windows 10 sigue siendo ampliamente utilizado, con un 62% de cuota de mercado global, según Statcounter.
En esencia, si no tiene TPM 2.0, puede que necesite comprar un nuevo sistema en el próximo año o dos. Dependiendo de cuánto tiempo suela conservar tu PC, puede que esto no sea tan problemático como cuando se lanzó Windows 11 en 2021. Pero los ordenadores nuevos no son baratos, ni para los consumidores ni para las empresas.
Esto se produce en un momento en que Microsoft está reforzando la seguridad de Windows tras la debacle de CrowdStrike. En su conferencia Ignite del mes pasado, la empresa añadió una nueva función llamada Quick Machine Recovery para administradores de TI corporativos. «Esta recuperación remota desbloqueará a sus empleados de amplios problemas mucho más rápido de lo que ha sido posible en el pasado», dice.
Fuente WEB | Editado por Cambio Digital OnLine