Dado que la mayoría de los compromisos públicos con los envases sostenibles corren el riesgo de no cumplirse, el 20% de las organizaciones cambiarán su enfoque del reciclaje y la eliminación de plásticos a la reducción de la huella de carbono de sus envases para 2026, según Gartner, Inc.
Si bien el cambio de enfoque deja a las organizaciones con compromisos incumplidos vulnerables a una reacción de «lavado verde», los pioneros que eduquen con éxito a las partes interesadas, los clientes y los inversores sobre los beneficios de la evaluación del ciclo de vida (ECV) como una métrica de sostenibilidad alternativa estarán mejor preparados para abordar y defender sus contribuciones a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático.
«El ecosistema de los envases no ha avanzado al ritmo que esperaban las organizaciones que se fijaron objetivos allá por 2017 y 2018», afirma John Blake, analista director sénior de la práctica de Cadena de Suministro de Gartner. «Las organizaciones se enfrentan a desafíos operativos y financieros que se descubrieron solo a través del intento de cumplir sus objetivos, pero aún se pueden lograr avances significativos en sostenibilidad con marcos más realistas en su lugar.»
Los compromisos más populares en materia de envases sostenibles se han centrado en que el 100% de los envases sean reutilizables, reciclables o compostables para 2025. Sin embargo, Gartner predijo anteriormente que el 90% de las empresas con tales compromisos verían incumplidos sus objetivos. Otras estimaciones de organizaciones no gubernamentales confirman que los escenarios futuros centrados en la eliminación, la recogida y el reciclado en general se quedarán cortos, lo que conducirá a unos objetivos que la mayoría de las organizaciones incumplirán con casi total seguridad.
El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) como medida alternativa de «Sostenibilidad»
Debido a estos múltiples vientos en contra, Gartner prevé que las empresas pasarán de centrarse en el aumento del uso de envases reciclables y la eliminación de plásticos a centrarse en envases con menos emisiones de carbono. Utilizar menos material de envasado y/o materiales que se produzcan, transporten y procesen de forma más eficiente puede suponer una reducción asequible de la huella de carbono.
Hace más de una década, varias organizaciones pusieron a prueba el ACV de los envases, pero la complejidad del análisis de datos y la falta de relevancia obstaculizaron su adopción, según Blake. Ahora, las nuevas herramientas de análisis de datos hacen más accesibles las ECV de envases. Anticipándose a posibles reacciones negativas por no alcanzar los objetivos fijados, se espera que las organizaciones elaboren mensajes sobre la huella de carbono de los envases y sobre las medidas que se están tomando para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los riesgos del calentamiento global.
«Aunque el incumplimiento de los objetivos repercutirá en la opinión pública, las organizaciones que asuman la inviabilidad de sus anteriores objetivos impulsados por la marca y adopten un enfoque más realista, asequible y eficaz avanzarán más en sus objetivos de sostenibilidad que las que sigan negándose a cumplirlos», afirma Blake.
Fuente: Gartner
