El próximo año se producirán grandes saltos en algunas tecnologías y pequeños pero importantes pasos en otras.
Todo el mundo piensa que la tecnología es una industria de ritmo rápido, y en muchos aspectos es cierto.
No cabe duda de que hay una región de la industria tecnológica que está totalmente poblada por personas que se mueven rápido y rompen cosas, que corren para crear un producto mínimo viable y hablan de cosas como «NFT» y «Web 3».
Pero también hay otras regiones en las que la lenta acumulación de capas de tecnología hace que, aunque las viejas herramientas se vean superadas por las nuevas innovaciones, no siempre se olviden (como los faxes).
Todo esto, junto con el riesgo inherente a cualquier intento de predicción en estos días, significa que elaborar un conjunto de tendencias tecnológicas para el año que viene puede ser todo un reto. Pero hemos hablado con los analistas, hemos analizado los datos y hemos recurrido a la experiencia de todo el equipo de ZDNET para crear el informe especial de este mes, que pretende ofrecerte al menos una guía aproximada de cómo será la tecnología en 2023.
Y hay algunas tendencias importantes de las que podemos estar razonablemente seguros.
Desarrolladores, nubes y más
La demanda de trabajadores tecnológicos no va a desaparecer, aunque las grandes empresas tecnológicas hayan frenado la contratación por ahora. Esto se debe a que los dos últimos años han demostrado los beneficios del gasto en tecnología. Tanto si se trata de nuevas formas de conectar con los clientes (y venderles) como de apoyar al personal que trabaja de forma híbrida, el gasto en tecnología es visto ahora por los jefes como una inversión que aporta beneficios reales.
Para muchas organizaciones, la superación de los dos últimos años ha supuesto una rápida aceleración de su uso y valoración de la tecnología. Por ello, muchos analistas esperan que el gasto aumente, incluso si 2023 se presenta como un año difícil para la economía en general. En consecuencia, la demanda de desarrolladores y expertos en seguridad tecnológica, en particular, seguirá siendo fuerte.
Si nos fijamos en algunas tecnologías específicas, está claro que el cambio hacia la computación en nube continuará, una tendencia a largo plazo que no muestra signos de desaceleración. Lo que puede cambiar es que las empresas se vuelvan más analíticas sobre su uso de la nube, que representa una parte cada vez mayor de su gasto.
Encontrar formas de hacer más eficiente y rentable el uso de la nube será probablemente una de las consideraciones clave el próximo año: aunque los presupuestos de TI aumenten, eso no significa que haya espacio para el despilfarro. De hecho, es alentador ver que la sostenibilidad vuelve a ocupar un lugar destacado en la agenda de muchas organizaciones tecnológicas, algo que probablemente veamos más en 2023 y más allá.
Esas tres tendencias
Hay tres grandes tendencias tecnológicas de consumo que observo con interés en 2023, y es donde se encontrará la mayor parte de la innovación interesante. Los pequeños pasos que se den en 2023 podrían resonar con fuerza en años posteriores.
Los smartphones plegables existen desde hace tiempo, pero siguen siendo una pequeña parte del mercado global. Me sigue gustando la idea de poder plegar una pantalla más grande y llevarla a todas partes, y hay algunos casos de uso interesantes para los teléfonos plegables; la cuestión será si los consumidores estarán convencidos de desprenderse de su dinero.
La segunda gran tendencia gira en torno a la realidad virtual, la realidad aumentada y el metaverso. Las grandes empresas tecnológicas han invertido mucho en este campo, y hay indicios de que la tecnología básica está alcanzando un punto de inflexión, aunque los modelos de negocio metaversos más amplios están, en el mejor de los casos, todavía en proceso de cambio. Las tecnologías de auriculares están empezando a cuajar y el software es cada vez más fácil de usar. Pero el mayor problema es que el interés y la confianza de los consumidores siguen siendo escasos, aunque sólo sea porque los escritores de ciencia ficción llegaron a ese punto hace tiempo con su visión distópica del futuro de los auriculares. Generar esa confianza en el consumidor y explicar por qué la gente podría querer utilizarlos es tan prioritario como la propia tecnología.
Una tendencia tecnológica que quizás esté más cerca, aunque no podamos verla, es la computación ambiental. El concepto existe desde hace décadas: la idea es que no necesitamos llevar la tecnología con nosotros porque la inteligencia está integrada en el mundo que nos rodea, desde los altavoces inteligentes hasta los hogares inteligentes. La computación ambiental está diseñada para desaparecer en el entorno que nos rodea, y quizá por eso es una tendencia que ha permanecido invisible para muchos, al menos hasta ahora.
En cierto modo, las predicciones a largo plazo son más fáciles que las de corto plazo, especialmente cuando se trata de tecnología. Conocemos la dirección general del viaje, pero no sabemos cuándo llegaremos a ella. Algunos avances han estado a cinco años de distancia durante décadas; quizás 2023 sea el año en que algunos de ellos empiecen a llegar realmente.
Fuente WEB | Editado por CambioDigtal OnLine