El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado esta semana un endurecimiento de las restricciones para frenar el avance de China en supercomputación e inteligencia artificial.
Las nuevas normas detendrán la mayoría de los envíos de semiconductores avanzados a los centros de datos chinos y obligarán a las empresas de chips a informar de ciertos pedidos de chips más potentes.
Los procesadores destinados a productos de consumo como ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes y sistemas de juegos estarán exentos de las nuevas restricciones. Sin embargo, las empresas tendrán que informar al Departamento de Comercio de EE.UU. cuando realicen pedidos de los chips de consumo más potentes.
Se espera que las normas se actualicen al menos una vez al año.
Mientras Estados Unidos sostiene que está protegiendo su seguridad nacional, otros lo ven de otro modo.
Según Gregory Allen, director del Centro Wadhwani de Inteligencia Artificial y Tecnologías Avanzadas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, las restricciones son independientes de la industria y su objetivo es impedir que China llegue a igualar las capacidades estadounidenses.
Esta última medida impulsará aún más los esfuerzos de China por desarrollar tecnologías alternativas, ya que el país se esfuerza por ser autosuficiente en materia tecnológica.
No se espera que las normas incluyan restricciones al acceso a las GPU alojadas en los servicios de computación en nube de EE.UU., aunque el acceso a las mismas podría verse restringido en breve en virtud de una orden ejecutiva.
La Asociación de la Industria de Semiconductores, una asociación comercial y grupo de presión que representa a la industria de semiconductores de Estados Unidos, emitió un comunicado en el que afirmaba que está evaluando el impacto de la actualización de los controles a la exportación.
«Reconocemos la necesidad de proteger la seguridad nacional y creemos que el mantenimiento de una industria estadounidense de semiconductores sana es un componente esencial para lograr ese objetivo», dijo el grupo.
«Los controles excesivamente amplios y unilaterales corren el riesgo de dañar el ecosistema de semiconductores de EE.UU. sin avanzar en la seguridad nacional, ya que animan a los clientes extranjeros a buscar en otros lugares».
Según el New York Times, algunas de las empresas afectadas obtienen hasta un tercio de sus ingresos de compradores chinos. Como era de esperar, las nuevas restricciones a la exportación hicieron caer el martes las acciones de Nvidia y otras empresas de chips de IA.
Fuente WEB | Editado por CambioDigital OnLine