2024 ha sido un año crucial para Intel, marcado por una profunda reorganización e inversiones estratégicas destinadas a redefinir el papel de la empresa en el panorama mundial de los semiconductores.
La palabra clave es IDM 2.0, la estrategia con la que Intel pretende convertirse en líder mundial también en la producción de chips, abriendo sus fundiciones a clientes externos y compitiendo con los gigantes asiáticos del sector. IDM son las siglas de «Integrated Device Manufacturer», es decir, una empresa que no sólo diseña y comercializa chips, sino que también los produce internamente, a diferencia de las empresas «fabless», que sólo se ocupan del diseño.
Las ventajas de IDM 2.0 Con la iniciativa IDM 2.0, Intel adopta un modelo de fundición interna, en el que la división de Productos Intel trata con Intel Foundry como un cliente externo. Este enfoque no sólo ayuda a generar US$10.000 millones de ahorro para 2025, sino que también ofrece más flexibilidad y transparencia, permitiendo a Intel Products trabajar también con fundiciones de terceros.
El ambicioso objetivo es convertirse en la segunda mayor fundición del mundo en 2030, centrándose en el liderazgo tecnológico con el desarrollo de productos basados en la tecnología de proceso 18A, que marca la entrada en la era Angstrom, una unidad de medida más pequeña que el nanómetro, que permitirá el desarrollo de chips más eficientes.
Para apoyar esta transformación, Intel ha reorganizado su estructura financiera, creando un segmento dedicado a la fundición (Intel Foundry) que incluye el desarrollo tecnológico, la fabricación y los servicios. El objetivo es mejorar el margen operativo mediante la adopción de tecnologías EUV (Ultravioleta Extremo) y alcanzar el punto de equilibrio en ingresos y costes en torno a 2027.
2024: Año de transformaciones
Durante 2024, el gigante ha puesto en marcha varias medidas para reducir los costos de explotación, simplificar la cartera, eliminar la complejidad y optimizar las inversiones. Por ejemplo, reduciendo los costos de capital, suspendiendo los dividendos y manteniendo las inversiones en áreas estratégicas.
A pesar de los retos, Intel ha realizado importantes avances en 2024, cerrando acuerdos con grandes clientes como AWS e invirtiendo en nuevas fábricas en Irlanda, Malasia, Arizona y Nuevo México, gracias en parte a los fondos de la US Chips Act. Esta última es una iniciativa del gobierno estadounidense destinada a reforzar la producción nacional de semiconductores y reducir la dependencia de las importaciones, especialmente de Asia.
Intel es una de las empresas que más se está beneficiando de la norma, utilizándola para financiar importantes inversiones en nuevas fábricas y tecnologías de fabricación avanzadas que puedan competir con las asiáticas.
En diciembre, Pat Gelsinger anunció su retirada como CEO de Intel, dejando la empresa en manos de David Zinsner y Michelle Johnston Holthaus, que también fue nombrada nueva CEO de Intel Products. La junta expresó su gratitud por la contribución de Gelsinger a la reactivación de la fabricación y el impulso de la innovación, y reafirmó su compromiso con la senda de crecimiento de la empresa y el restablecimiento de la confianza de los inversores.
Antes de compartir su jubilación, Gelsinger había seguido su informe trimestral del segundo trimestre en septiembre con una actualización de los progresos de la fundición, destacando los acuerdos con los clientes, la asignación presupuestaria del proyecto Secure Enclave para ampliar la producción de semiconductores fiables y avanzados para el gobierno de EE.UU., y la mayor independencia de las fundiciones dentro de la empresa para aumentar la eficiencia económica y mejorar el servicio al cliente.
Fuente: Intel