TSMC estudia tomar una participación de control en las fábricas de Intel en EE.UU. en el marco de la propuesta de la administración Trump para salvaguardar la fabricación de tecnología en EE.UU.
La taiwanesa TSMC está considerando tomar una participación mayoritaria en las operaciones de fabricación de Intel a petición de funcionarios de la administración Trump, mientras EE.UU. sopesa planes de contingencia ante el deterioro de la situación financiera de Intel, informó Bloomberg.
La administración planteó la idea de un acuerdo entre las dos empresas en una reunión reciente con funcionarios de TSMC y la compañía se mostró receptiva, según el informe, pero no estaba claro si Intel estaba abierta a tal acuerdo.
Según Bloomberg, citando fuentes anónimas, las conversaciones en torno a este acuerdo, que se encuentran en una fase muy temprana, supondrían que TSMC se haría cargo de la totalidad de las fábricas de semiconductores de Intel en Estados Unidos.El acuerdo pretende responder a la preocupación por el deterioro de la situación financiera de Intel, que se ha visto obligada a recortar puestos de trabajo y reducir sus planes de expansión mundial.
Cualquier posible acuerdo podría suponer que las empresas de chips estadounidenses tomaran participaciones en las operaciones de fabricación, de modo que la empresa no fuera propiedad exclusiva de una compañía extranjera.
Intel cuenta con la mayor y más avanzada infraestructura de producción de chips explotada por una empresa estadounidense, en un momento en que Estados Unidos ha estado gastando miles de millones para traer más fabricación de chips al país desde Asia.
Intel obtuvo una subvención de 7.900 millones de dólares (6.200 millones de libras) en el marco de la Ley estadounidense sobre chips y ciencia para proyectos en cuatro estados, así como 3.000 millones de dólares para chips militares, y hasta enero había recibido 2.200 millones de dólares en desembolsos.
Pero las empresas no han recibido aún suficientes clientes para justificar el gasto, lo que ha llevado a Estados Unidos a plantearse planes de contingencia.
La actual Administración ha declarado que considera prioritario impulsar la fabricación de tecnología estadounidense.
Pat Gelsinger, ex consejero delegado de Intel, se vio obligado a abandonar la empresa en diciembre, después de que el consejo de administración perdiera la confianza en su plan de reestructuración.
La medida se adoptó después de que Intel revelara que las subvenciones del gobierno estadounidense que había recibido restringirían su capacidad de vender participaciones en sus operaciones de fabricación de chips si se convertían en una entidad independiente.
Una parte central del plan de Gelsinger era que Intel escindiera su negocio de fabricación como filial independiente.
TSMC también recibió una subvención de 6.600 millones de dólares en virtud de la Chips Act para la ampliación de sus instalaciones en Arizona.
Fuente WEB | Editado por CambioDigital Online