Primer ensayo clínico australiano sobre tratamientos para una nueva adicción cada vez más frecuente entre los más jóvenes: la adicción a las pantallas del móvil y de la computadora.
Lo llevaron a cabo en la Clínica de Trastornos por Pantallas y Juegos y la Universidad Macquarie de Sidney, y los resultados indican que los padres pueden conseguir reducir el impacto de esa adicción en el bienestar de sus hijos regulando y restringiendo el acceso a sus dispositivos, en lugar de confiscándolos.
Los investigadores instruyeron a 689 parejas de padres en cinco estrategias: establecer límites al wifi doméstico; límites a los datos móviles; desconectar el wifi a la hora de acostarse; negociar los límites de acceso a los dispositivos; y establecer consecuencias como límites de acceso por incumplir las normas.
Los padres rellenaron un cuestionario sobre el comportamiento de sus hijos, indicando si habían faltado a clase por estar conectados a los dispositivos o si habían dañado la propiedad en discusiones sobre el acceso a móviles y computadoras. De los padres del ensayo cuyos hijos cumplían los criterios de adicción a las pantallas, el 32% informó de que sus hijos ya no eran adictos. La tasa de éxito más alta, del 60%, correspondió a los padres cuyos hijos presentaban síntomas de adicción a las pantallas.
«Los teléfonos inteligentes y las aplicaciones asociadas están diseñados para crear adicción y maximizar el tiempo que los usuarios les dedican», afirma Amy Friedlander, cofundadora del grupo de padres Wait Mate. Puede ser difícil incluso para los adultos regular su uso, y más aún para los niños y adolescentes, cuyos cerebros aún se están desarrollando».
Fuente: Web. Editado por CambioDigital OnLine