De la mano de Alimentos Kelly’s, como su proveedor de las verduras, de Bimbo y sus panes, las proteínas de Karnicos de Venezuela y Helados Efe, entre otros, McDonald’s Venezuela nos abrió las puertas de su restaurante de San Antonio de Los Altos, en el que varios representantes de medios nacionales, participamos de la jornada “Puertas Abiertas”, programa creado en 2014 por Arcos Dorados -el mayor franquiciado independiente de McDonald’s a nivel mundial y quien opera la marca en América Latina-, que brindó la oportunidad de conocer los procedimientos de trabajo con los que opera la cocina de este reconocido establecimiento para elaborar la comida todos los días.
“Más allá de la marca, a uno le enorgullece saber que hemos logrado una evolución en la industria agrícola venezolana”, resaltó Rafael Romero, gerente de Comunicaciones de McDonald’s Venezuela, quién enfatizó que a diferencia de lo que se suele creer, las comidas ofrecidas por los restaurantes locales, son elaboradas en su totalidad en suelo nacional, informando además que desde hace 10 años y de manera gradual, se está haciendo el proceso de sustitución de ingredientes importados a ingredientes nacionales.
Un ejemplo ganador demuestra que en la Venezuela de hoy las iniciativas suman y la crisis nos hace más creativos. Nos referimos al proyecto agropecuario emprendido hace tres años, entre McDonald’s y Alimentos Kelly’s, que tuvo como norte la obtención de un tipo de papa industrial y cosechada en el país, pues la franquicia de restaurantes de comida rápida, las importaba, al igual que los demás ingredientes de sus comidas. Fue así que Ineafrit- nuevo tubérculo de papa, producido en Mucuchíes, Estado Mérida- fue servido oficialmente en los restaurantes locales en Noviembre de 2018.
“Fue una mezcla de ingenio criollo con superación de retos para la obtención de Ineafrit: producir en la Venezuela de hoy, tener una planta en los andes venezolanos a 2.600 metros de altura sobre el nivel del mar para producir un producto que tiene que ser pre frito, preservado con rangos de temperaturas exactas y además, transportado”, aseveró Romero.
Más información sobre el cultivo de Ineafrit y de las diferentes verduras que se están obteniendo en suelo del estado Mérida, lo obtuvimos en la visita a la planta de vegetales Kelly’s también situada en San Antonio de los Altos, en donde Álvaro Burgos, uno de los fundadores de esta empresa venezolana de 34 años, que emplea a 300 trabajadores directos y un poco más de 2.000 entre productores del campo y otro personal, nos invitó a recorrerla.
En esta planta de vegetales frescos, mínimamente procesados, se reciben de las zonas de Pregonero (en el estado Táchira) y de Bailadores (en el estado Mérida), repollos, lechugas, entre otros vegetales, los cuales, tras ser seleccionados, pasan por los diferentes procesos de limpieza, cortes, lavados y posterior, conservación y sellados en bolsas plásticas al vacío. Para McDonald’s, dichos vegetales tienen un corte específico y diariamente son enviados a los respectivos establecimientos.
En el caso de la nueva papa industrial, proyecto que McDonald’s financió, fue interesante conocer cómo es el procedimiento para su obtención: El proceso consiste en multiplicar vegetativamente las semillas madres en un laboratorio especial para realizar esta labor. Luego ocurre la multiplicación de la semilla prebásica que consiste en llevar las vitroplantas del laboratorio a invernaderos y transformarlas en mini tubérculos o semilla prebásica. Una vez que los mini tubérculos están listos en el invernadero se llevan al campo y se cumple otro ciclo de cultivo para la producción de la semilla certificada.
“Fuimos al estado Mérida y allí hicimos el mejor proyecto de responsabilidad social, a 700 km de la capital. En Mérida, a cada productor, en mayor o menor grado, hasta con una sola hectárea, le dimos la oportunidad de ser productivo al engranarse con nuestra cadena productiva y ofrecer sus productos”, dijo Burgos, fundador de Alimentos Kelly’s.
Imágenes de nuestra visita a las instalaciones de McDonald’s
McDonald’s nos abrió su cocina
En 20 minutos pudimos hacer un recorrido por la cocina de McDonald’s, descubrir cómo preparan los alimentos, cómo son sus estándares de calidad y por supuesto, constatar que aún se hacen cosas buenas en el país.
Aprendimos que: la higienización es el punto de partida y que los empleados tienen su técnica de limpieza de manos, todas las hamburguesas y pollos, no contienen aditivos ni conservantes, existen medidas de seguridad alimentarias muy precisas y clave para la prevención de enfermedades, como por ejemplo, evitar mezclar los alimentos crudos con los cocidos. También vimos cómo los ingredientes son conservados en cajas mantenidos en cámaras con temperaturas de -18°c.
“Desde hace cuatro años y entre seis y siete veces al año, se hacen estos recorridos con periodistas, estudiantes de nutrición, pediatras, mamás blogueras, entre todos. Hacemos auditorías sobre los recorridos, llamamos a los clientes y esta es la manera de obtener feedback para mejorar los procesos que así lo requieren. Es nuestro compromiso con la transparencia en los procesos productivos y en el cuidado de alimentos en nuestros restaurantes, alrededor del mundo”, finalizó Romero.
Clelia Santambrogio y Giorgio Baron, CDOL