Bitcoin, la criptomoneda descentralizada, ha trascendido sus orígenes de nicho para consolidarse como un activo estratégico en las carteras de instituciones financieras a nivel global. En América Latina, una región caracterizada por la volatilidad monetaria y la incertidumbre económica, Bitcoin ha emergido como una herramienta fundamental para la diversificación y la cobertura de riesgos para inversionistas institucionales.
A diferencia de las stablecoins, diseñadas para la estabilidad en pagos, Bitcoin ofrece ventajas distintivas inherentes a su arquitectura. Estas características lo han posicionado como un componente clave en las estrategias institucionales de nueva generación, proporcionando una alternativa a las dinámicas tradicionales del mercado.
A continuación, se detallan cuatro aspectos clave que explican la creciente adopción de Bitcoin en las finanzas institucionales latinoamericanas:
1. Bitcoin como «oro digital» y macro cobertura
La escasez programada de Bitcoin, limitada a 21 millones de unidades, ha llevado a su comparación con el «oro digital». Esta característica confiere una sólida defensa contra la inflación y la devaluación monetaria, desafíos recurrentes en diversas economías latinoamericanas. Instituciones como bancos centrales y fondos soberanos han comenzado a incorporar o aumentar discretamente sus reservas de Bitcoin. Se proyecta que el aumento de la tenencia de criptomonedas por parte de Estados Unidos podría incentivar a otros países a seguir esta tendencia. Por ejemplo, el fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, ha incrementado su exposición indirecta a Bitcoin en un 153% este año. La integración de Bitcoin en las carteras institucionales ofrece una cobertura a largo plazo frente a los riesgos de la moneda fiduciaria y la incertidumbre geopolítica, buscando preservar y aumentar el valor en entornos complejos.
2. Validación institucional a través de ETFs
La aprobación de los Fondos Cotizados en Bolsa (ETF) de Bitcoin al contado en Estados Unidos a principios de 2024 marcó un hito significativo, facilitando el acceso institucional a Bitcoin. Este desarrollo valida su relevancia y sienta un precedente para que las mejores prácticas reguladas lleguen a las instituciones latinoamericanas.
Mientras que los operadores latinoamericanos pueden acceder a estos ETF estadounidenses a través de cuentas internacionales, la institucionalización de Bitcoin también se ha manifestado en mercados locales. Brasil, por ejemplo, cuenta con 16 ETF de criptomonedas en su bolsa nacional. Otros países como Chile, Colombia, Perú y Costa Rica también han integrado ETF de criptomonedas en sus mercados. Recientemente, Argentina ha autorizado la cotización de ETF de criptomonedas en su bolsa local, y México se encuentra en un proceso similar. Se anticipa que el continuo crecimiento de las listas de ETF de criptomonedas y la apertura de más mercados latinoamericanos fortalecerán la validación institucional de Bitcoin en 2025.
3. Liquidez global y gestión estratégica de tesorería
La naturaleza global y flexible de Bitcoin lo posiciona como un activo de alta liquidez, apto para transacciones institucionales de gran escala. Su red descentralizada, operativa 24/7, facilita transferencias transfronterizas eficientes, reduciendo la dependencia de sistemas intermediarios tradicionales, que suelen ser costosos y lentos. Para empresas y fondos en América Latina, Bitcoin representa una herramienta estratégica para la gestión de tesorería, ofreciendo un medio alternativo para el movimiento eficiente de grandes volúmenes de capital, la gestión de la liquidez y como un activo de reserva que diversifica las tenencias más allá de las monedas tradicionales, de forma segura y transparente.
El volumen medio diario de negociación de Bitcoin, que con frecuencia supera los US$50.000 o US$100.000 millones, lo sitúa entre los activos más líquidos a nivel global, rivalizando con monedas fiduciarias establecidas y superando a muchas acciones de grandes empresas.
4. Adopción y estrategias institucionales emergentes en LATAM
En América Latina, los inversionistas institucionales están explorando e integrando Bitcoin como un componente estratégico en sus marcos financieros. Este fenómeno indica una maduración del mercado de criptomonedas en la región, avanzando de la especulación individual hacia una genuina integración institucional.
Brasil: La fintech Méliuz adquirió 275 Bitcoin por 158 millones de reales, convirtiéndose en el mayor tenedor de BTC en América Latina. La participación de BTG Pactual, el banco de inversión más grande de la región, refuerza esta tendencia de diversificación institucional con criptoactivos.
Argentina: Mercado Libre, la empresa cotizada más grande de la región, declaró US$29 millones en Bitcoin en 2024. Este año, ha incrementado su participación en un 38%, alcanzando aproximadamente US$59 millones en la criptomoneda.
Estos ejemplos demuestran que Bitcoin se está convirtiendo en una opción viable para el desarrollo de estrategias financieras sofisticadas por parte de inversores institucionales en los mercados latinoamericanos, reflejando un enfoque prospectivo hacia la gestión de la riqueza y la diversificación de activos.
Will Hernández, Gerente de Desarrollo de Negocios para LATAM en Bitfinex, comentó que «Bitcoin se está volviendo indispensable para los inversores institucionales en la región. Sus propiedades únicas ofrecen una ventaja estratégica, yendo más allá de la diversificación tradicional para ofrecer una verdadera preservación del valor y un acceso altamente líquido a las oportunidades y tendencias globales. En 2025, veremos más instituciones adoptar este activo, no como una opción, sino como un componente central de la estrategia financiera a futuro».
Fuente: CDOL