Apple y Amazon registraron un trimestre mejor de lo esperado y esperaban tranquilizar a Wall Street, desconcertado por los poco convincentes informes trimestrales de Microsoft y Meta, que borraron las ganancias que habían logrado las bolsas en octubre.
El Nasdaq pagó el precio más alto, cerrando la sesión del 31 de octubre con una caída del 2,76%.El S&P 500 perdió un 1,86% y el Dow Jones un 0,90%.
Impulsada por el iPhone, Apple registró unos ingresos récord en el cuarto trimestre del año fiscal de US$94.900 millones, mientras que el beneficio cayó un 35%, hasta US$14.700 millones, debido al pago de la enorme multa fiscal en Europa. Los ingresos procedentes del iPhone aumentaron 5,5%, hasta US$46.220 millones, cerca de la mitad del total, lo que supone un marcado cambio de tendencia respecto a la debilidad de los seis primeros meses del año. En China, los ingresos cayeron un 0,3%, hasta US$15.020 millones, por debajo de las expectativas de los analistas.
Amazon cerró el tercer trimestre con un sólido crecimiento de beneficios e ingresos gracias a la demanda de sus servicios de computación en nube.
LinkedIn tiene previsto mejorar la herramienta con nuevas funciones en el futuro, como la mensajería y la posibilidad de programar entrevistas.
El beneficio neto subió a US$15.300 millones desde los US$9.900 millones del mismo periodo del año anterior.
Las cuentas de Apple y Amazon podrían calmar los temores de los inversores, preocupados -tras los informes trimestrales de Microsoft y Meta- por la carrera desenfrenada de la inteligencia artificial. Una preocupación que ha hundido a Wall Street. A pesar de la ralentización de la inflación -el índice Pce cayó al 2,1% en octubre, hasta su nivel más bajo desde 2021-, las Bolsas estadounidenses también sucumbieron bajo el peso de la expectativa del empleo estadounidense y la incertidumbre de las elecciones, con Kamala Harris y Donald Trump codo con codo en las encuestas.
En la agenda está el dato del mercado laboral del viernes, que según los economistas podría ser el peor de la era Joe Biden, con sólo 110.000 empleos creados, menos de la mitad que en septiembre y la cifra más baja desde 2020. Afectan a la cifra los huracanes Helene y Milton, que causaron grandes daños en Carolina del Norte y Florida, y la huelga de Boeing. Para los demócratas y Kamala Harris, es probable que la encuesta se convierta en un jarro de agua fría. La campaña de la vicepresidenta ya está pasando apuros en el frente económico, y la congelación del empleo cuatro días antes de la votación podría asestarle un duro golpe.
A la espera de la instantánea del mercado laboral, Wall Street retrocedió con las grandes tecnológicas. Si el informe trimestral de Google había aliviado los temores sobre la IA, las cuentas de Microsoft y Meta los reavivaron. Aunque los dos gigantes presentaron ingresos y beneficios por encima de lo esperado, decepcionaron con sus estimaciones, lo que provocó que el índice que monitoriza a los Siete Magníficos (Apple, Amazon, Google, Tesla, Nvidia, Microsoft y Meta) cayera un 3,1%.
Microsoft cerró el primer trimestre de su año fiscal con un beneficio neto que subió un 11%, hasta US$24.700 millones, gracias a unos ingresos que crecieron 16%, hasta US$65.600 millones, gracias a la demanda de computación en la nube impulsada por el auge en la adopción de herramientas de inteligencia artificial. Microsoft, sin embargo, predijo una ralentización del crecimiento de su negocio en la nube.
Los ingresos de Meta aumentaron un 19%, hasta 40.580 millones de dólares, en el periodo julio-septiembre, mientras que el beneficio neto se disparó 35%, hasta US$15.680 millones. El gigante de Mark Zuckerberg también predijo un crecimiento «significativo» de los gastos de capital el año que viene. Las previsiones de los dos gigantes han inquietado a los inversores, que temen que la carrera de la IA haya ido demasiado lejos: de hecho, los miles de millones de dólares de inversión que se han pronosticado aún no han ido acompañados de resultados tangibles.
Fuente: Web. Editado por CambioDigital On Line
